Esta es la mejor forma de guardar y conservar tu lechuga para que no se marchite o se queme

Guardar y conservar de forma correcta la lechuga (o incluso más frutas y verduras) es una manera de prolongar su vida útil, ya que sino se va a utilizar en el mismo momento que se compra, es mejor buscar cómo se puede almacenar para que no pierda su frescura o incluso no pierda su color, esta hortaliza es muy propensa a oxidarse y que sus hojas se marchiten o quemen.

Al contrario de lo que parece, las hojas de la lechuga son muy frágiles y sino se conservan en un lugar adecuado comienzan a perder su apariencia tan hermosa de color verde, haciéndose marchita con la aparición de pequeñas manchas en color marrón que dañan cada parte de su estructura.

Para que esto ya no pase más en casa, te explicamos paso a paso la mejor forma de guardar y conservar tu lechuga, verás que de seguir estos sencillos consejos de cocina, podrás mantenerla por más tiempo después de comprarla y disfrutarla en un par de días más con la misma frescura. Atención a estos tips, te salvarán la vida.

¿Cómo conservar la lechuga?

Comienza limpiando y desinfectando la lechuga, puedes retirar la primera capa o algunas hojas que tengan algunos daños como manchitas, que no se ven tan frescas o estén rotas. Escurre perfectamente el exceso de agua, puedes secarla con papel absorbente.

Cabe mencionar que la puedes picar antes o después de lavarla, según la manera en que se te facilite más. Introduce la lechuga fresca en un recipiente de cristal que tenga tapa, puede ser un tupper sencillo que tengas en casa, lo vital es que sea de cristal y hermético.

Una vez que está la lechuga adentro, coloca una capa de papel de cocina limpio y seco encima también puedes agregar una capa de papel film, esto permitirá conservar las hojas sin que factores externos como las condiciones del aire las dañen.

Lleva a el refrigerador, incluso puedes guardarla en el cajón específico de frutas y verduras, de esta forma no se dañará con el frío del electrodoméstico y estará lista para usarla cuando deses, manteniendo su frescura color y sabor crujiente.

Recuerda que la humedad de las frutas, verduras y hortalizas suele ser uno de los factores más determinantes que hacen que las hojas y su misma estructura pierdan frescura en un periodo de tiempo más corto. Sin embargo, este tip en el caso de la lechuga, te ayudará bastante.