¿Qué le pasa a tu cuerpo si tomas refresco de cola todos los días?

Sentarse frente a la televisión con un tazón de palomitas y un vaso de refresco o bien sentarse a la comer con la familia mientras una botella de refresco se coloca al centro de la reunión, son dos de los escenarios más comunes a los que estamos expuestos, aunque en general no representa un gran dilema hay un factor que podría estar dañando la salud de todos pero que siempre hemos visto como una actividad normal. 

El consumo de refrescos, bebidas endulzadas o jugos enlatados, así como una dieta alta en grasas y la falta de ejercicio ya representa un grave problema de salud mundial, ya que desde 1975 la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El consumo de refrescos en México es un verdadero problema de salud, ya que según la Universidad Autónoma de México (UNAM), destaca que el país se coloca como el principal consumidor de estas bebidas, con un toda de 163 litros por persona al año. 

Y es que no solo se trata de cuántos litros de refresco bebe una persona al año, sino de todos los riesgos para la salud que eso implica. La ingesta de una lata de refresco al día contiene 10 cucharaditas de azúcar, que es mucho más de la ingesta recomendada al día para tener un peso saludable. Entre los padecimientos más comunes que se pueden desarrollar por el consumo diario de refresco destacan: 

• Sobrepeso y obesidad
• Diabetes
• Cálculos renales
• Descalcificación
• Anemia 
• Alzheimer

En 2018, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lanzó un llamado para reducir o evitar el consumo de refrescos ya que al contener grandes cantidades de azúcar el cuerpo gasta más energía al intentar procesar las grandes cantidades de azúcares, por lo que es común estar siempre cansado. Además de que su consumo regular solo desgasta los dientes, hace que el sistema inmune se debilite y hace que la grasa se acumule en diversos órganos del cuerpo, causando otro tipo en enfermedades. 

Aunque hay muchas bebidas que aparentan ser bajas en azúcares, hay que saber leer muy bien las etiquetas que se presentan, ya que pueden contener otro tipo de endulzantes por lo que no están exentas de provocar graves daños a la salud. Hay que tomar en cuenta que el consumo diario de una porción de refresco aumenta el riesgo de muerte prematura a causa de derrames cerebrales, ataques cardíacos e incluso incrementar la posibilidad de desarrollar cáncer. 

Dejar el refresco no es una tarea sencilla ya que este puede generar una adicción entre quienes no consumen, e incluso existen personas que aseguran que el consumo de agua se les dificulta y tienen que recurrir a otro tipo de bebidas saborizadas, pero esto no quiere decir que el refresco sea una solución válida, ya que hay opciones como las infusiones frutales, el té sin azúcar, entre otros a los que se puede recurrir. Es importante que en conjunto con la eliminación de refrescos, se lleve una alimentación mucho más saludable con grandes cantidades de vegetales y sobre todo con ejercicio regular.