8 alimentos que los niños no deben comer de forma cotidiana porque dañan su salud

Si alimentarnos a nosotros mismos es una tarea complicada, alimentar a niños es todavía peor. Especialmente cuando apenas sabes qué es lo más nutritivo para ti. Decidir lo que es bueno o no para tu hijo puede ser una tarea difícil, pero afortunadamente no eres la primera madre en el planeta y estás en el siglo XXI, lo cual facilita mucho todo, porque ya existe toda la información que necesitas e incluso más de la que habías contemplado al principio. 

La nutrición infantil es todo alimento que el niño come y bebe. Al igual que nosotros, el cuerpo del menor necesita nutrientes de los alimentos para funcionar correctamente y permanecer saludable. Los nutrientes incluyen carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Como ves, nada diferente a lo que nosotros tendríamos que consumir. Pero decirlo se escucha muy bonito, pero aplicarlo es absolutamente una ecuación medianamente difícil de resolver. 

Normalmente sabemos qué es lo que los niños tienen que comer y cuidamos hasta el más mínimo detalle para que su nutrición sea la mejor, pero a veces descuidamos lo que no deben y caemos en el error de consentirlos o tratar de demostrarles nuestro cariño con comida, olvidando que algunos alimentos podrían ser dañinos para su salud si los toman diariamente. Por eso, además de expresar el afecto con gestos y palabras, lo mejor que podemos hacer es cuidar su alimentación y evitar que consuman productos que a la larga pudieran perjudicarles. 

Por eso aquí decidimos traer hasta tu pantalla una lista de algunos alimentos que los niños no deberían de comer cotidianamente, pues podrían deteriorar su salud. Puede que algunos de ellos parezcan inofensivos, pero no lo son si tus hijos los comen a diario. Hay que decir que también es probable que te cueste un poco de trabajo retirarlos, especialmente si los consumes a diario, pero puedes empezar a quitarlos poco a poco y sustituirlos por algo más saludable. 

1. Frituras

No sólo se ha alertado el consumo de frituras por su gran contenido de grasas trans para prevenir los niveles alterados de colesterol y accidentes cardiovasculares, los cuales han aumentado en los menores en los últimos años. Las frituras no sólo contienen grasas trans, también más calorías, harinas, también podrían provocar aumento de la presión arterial, que si es peligroso en un adulto, en un niño podría resultar peor. Por eso es  mejor moderar su consumo o evitarlas en la medida de lo posible. Ojo: No es que comer unas papitas un día vaya a causar una desgracia, pero podría pasar si se comen a diario. 

2. Cereales de caja 

De acuerdo con una investigación de Consumers International, asociación mundial de consumidores, “Un estudio global muestra niveles alarmantes de azúcar y sal en muchos cereales, especialmente en los dirigidos a los niños”. Esto quiere decir que a pesar de que los cereales marcan que podrían ser ricos en fibra, muchas marcas comerciales contienen exceso de azúcares y calorías, que un cereal natural no podría contener ni de broma. Por lo que la asociación recomienda el consumo de los naturales.  

3. Refrescos

Las bebidas de fantasía no son más que agua, colorante  y altos niveles de azúcar, con lo cual lo único que hacen es engordar e incrementar las posibilidades de padecer diabetes en edades tempranas. 

4. Agua en polvo

Estos alimentos poseen grandes cantidades de azúcar o colorantes. Estos contienen una sustancia llamada tartrasina, un colorante amarillo, que investigaciones científicas señalan que si un niño consume muchos milígramos al día, al cabo de un período de ocho o diez años podría mostrar efectos en su salud a nivel respiratorio, como asma y alergia severa.

5. Caramelos

Por más ojitos que nos hagan los niños cuando quieren una paletita o un caramelo después de la comida, no cedas a dárselo todos los días, porque estos dulces contienen grandes cantidades de azúcar y colorantes. Además de consumirlos en exceso, podrían mostrar en los niños su incapacidad para concentrarse, por lo que será mejor que los guardes para ocasiones especiales. 

6. Bebidas de cola

Se ha comprobado que daña y destruye el esmalte dental, con lo que propicia en mayor forma la aparición de caries. Además irrita las mucosas de nuestro tracto digestivo y debido a la cafeína puede causar arritmias y subidas de presión. Además  impacta sobre nuestro sistema nervioso, lo que se puede traducir en presencia de insomnio.

7. Chicle

El chicle es un alimento que se mastica, pero no sólo se traga saliva, genera impulsos nerviosos que permiten echar a andar una serie de mecanismos digestivos, como por ejemplo la secreción de ácido clorhídrico.

8. Aspartame

Este endulcorante lo manejan como uno libre de calorías, sin embargo, es una neurotoxina compuesta por tres ingredientes: ácido aspártico, fenilalanina y metanol, capaz de alterar el sistema nervioso central. Su consumo  en forma excesiva puede llegar a provocar  migrañas, temblores, pérdida de visión, dolores de pecho, asma, artritis, diarrea, vértigo, fatiga y tumores cerebrales. Lo mejor es que optes por los endulcorantes naturales.