Huacal

Huacal, el utensilio mexicano mil usos desde tiempos prehispánicos

El huacal es uno de los instrumentos que más nos ha ayudado a transportar y almacenar frutas y verduras a través del tiempo
viernes, 4 de septiembre de 2020 · 06:10

Es un utensilio de uso tan discreto como práctico; así es el huacal, que en algunas de sus acepciones llega hasta referirse a una capital, como la Ciudad de México, como Ciudad Huacal, pero de eso hablaremos más adelante. Aunque la palabra esconde dos acepciones, aquí nos referimos a la caja de madera que tradicionalmente, desde tiempos prehispánicos, ha servido para almacenar y transportar; no hay mercado en México que los desconozca.  

Fray Bernardino decía: “Llevan sobre su espalda una caja de madera de pino, a la cual llaman ococalli, palabra náhuatl de la cual nace la actual y que significa casa hueca o vacía. El Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana Larousse define al huacal como una caja hecha de láminas de madera o varas, aunque como podemos ver en otros testimonios históricos tuvo una variante, la cual era confeccionada con plumas de ave. 

En la fiesta de Teotleco se decía: “Rraía a cuestas un plumaje que se llamaba ucalli, en donde cargaban un conejo seco”, ejemplo del origen prehispánico del huacal.En el documental Ciudad Huacal, dirigido por Christoph Müller, en 2007, la temática gira en torno a este instrumento.

En los mercados es común ver a los huacales llenos de un sinfín de productos.

El huacal tiene entre sus cualidades su larga vida útil (son ligeros y fácilmente reparables), y es ésta la que se muestra en este documental: “El mundo está formado por cajas. Vivimos en ellas, nos movemos en ellas, vemos el mundo a través de ellas; al final, terminamos en ellas”.  

Un reparador de huacales gana 250 pesos al día y una de sus principales herramientas es "el damián" (anverso del tradicional martillo), que sirve de palanca y para reclavar los clavos que mantienen unidas las tablas que conforman el huacal. La profesión que da vida a los huacales, es la de estibador.  

Del campo a la ciudad, a sus mercados, y del mercado muchas veces a la casa. El huacal se reinventa a la velocidad de los nuevos tiempos, siendo objeto de arte por parte de algunos artistas que los rearman como piezas decorativas; reinventan su uso. 
Uno de esos talleres (también con fines de ayuda social) es el Taller de Juana Huacales que trabaja con grupos socialmente excluidos o marginados y cuya función gira entorno a la reparación y decoración de huacales que, luego pasan a ser piezas artísticas con infinidad de usos.