Mercados

Mercados de comida en México: Conoce los más populares y qué comer

¿Recuerdan que en mi texto anterior los mandé a comprar hongos, y mientras lo hacían, los invité a comerse un taco?, bueno, hablemos de mercados y hagamos un taco...
viernes, 28 de agosto de 2020 · 02:06

Los mercados son un rasgo importante de la identidad de cada ciudad, y también son ciudades en chiquito. Recorremos sus calles –que otros llaman pasillos– y podemos ver cómo se vive una cotidianidad en un entorno que huele, se escucha y sabe diferente al de la ciudad exterior.

¿Y los tianguis, los que se ponen una vez a la semana, o se mueven por una zona, y están acá el lunes y allá el miércoles? Ellos también tienen vida propia. No son ciudades, pero son, tal ves, calles: con su ajetreo y su sentido y su relación entre vecinos y vecinas. En la Ciudad de México vivo cerca de un tianguis de los domingos. A veces me gusta despertar temprano –bueno, no, no me gusta despertar temprano: a veces despierto temprano en domingo– y ver cómo la calle se cierra y se va poblando, poblando a medias, antes de las diez de la mañana.

 Ustedes son muy jóvenes para recordarlo, pero en los pininos de internet salió un video de una niña que lloraba porque su mamá no la dejaba ir al tianguis. Esa niña ya debe tener hijos y tal vez nietos, y no me imagino cómo se habrá puesto ahora que no pudo salir tantos días a hacer sus compras. Esa niña me representa.

En aquel video ella deja muy claro que no le pedía dinero a su mamá. Ella tenía sus propios recursos –hermana, te saludo desde este lado del empoderamiento– y lo único que pedía era que la dejaran hacer sus malditas compras. Y es que para ir al mercado o al tianguis sí hay que ir con recursos. (No conozco a nadie que salga a comprar algo y regrese sólo con lo que iba a comprar.)  

En esta nueva normalidad que, no tiene nada de normal, se ha abierto la oferta de los mercados digitales. Los hay de todos tipos y precios. Pero nunca sustituirán las historias, los olores, y sonidos de un mercado o un tianguis tradicional (no importa cuando lean esto). 

En los mercados también se come muy bien. Éste es el punto extra más importante para mí. (Otro punto a favor: cargar el mandado de vuelta a la casa está catalogado como cross training.)  Si quieren comida cubana vayan al mercado de Medellín; Mongo es de mis lugares favoritos para comer moros con cristianos y picadillo, de postre un helado de coco en Palmeiro. 
Al mercado de San Cosme hay que llegar temprano por un taco de Don Memo. 

Para pescados frescos y preparados está La Viga o La Nueva Viga –aquí hay un debate de cuál es la mejor, tipo el debate de quién es el mejor actor que ha interpretado a Batman o al Guasón–.  En el mercado Coyoacán están las tostadas Las Originales, o las de La Chaparrita, pero si quieren quesadillas vayan a Doña Lucha

En el de San Juan Gourmet coman en el Mercadito Peruano –ceviche peruano– o unas tapas acompañadas de un vino –ustedes elijan el puesto, y cuando el vino les haga efecto, coman una hamburguesa de cocodrilo. Mis carnitas michoacanas favoritas son las de Don One en el mercado Abelardo Rodríguez; si les gustan las gorditas vayan al mercado de San Juan de Aragón y pregunten por El Güero, que las hace ahogadas. Cemitas, ¿dicen?, esas en Cemitas Victoria en el Adolfo Prieto.  

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Pastor

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Los mercados fuera de la ciudad también son hermosos. En Oaxaca el 20 de noviembre o el de Tlacolula: en domingo, su lindísimo ritual de ir colocando todo en una canasta de mimbre, comprar carne, asarla al momento, hacerse un taco, sentarse en una mesa compartida mientras se toman un mezcal y se vuelven amigos o enemigos del de al lado. 

El mercado Central de Acapulco tiene unas tortas de relleno impresionantes. En Ensenada, Baja California, el Megro de mariscos es pequeño, pero cumplidor. 

En Yucatán, el mercado más grande es el San Benito, pero para comprar recados (lamento romperles el corazón: no se les dice recaudos), el mercado de Chuburna con Licho o bueno: con la esposa de Licho (Licho abandonó esta tierra hace ya unos años), o el mercado de Santiago para comer en La Lupita – lechón– o en Taquería Tetiz –pulpo en escabeche.  Y así puedo seguir horas, pero, ya casi me tengo que ir a preparar el próximo texto.

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Tlayuda con tasajo

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Taco relleno de kastakan y pulpo

Ingredientes

Para dos tacos 

  • 2 chiles anchos. 
  • 100 g de kastakan.
  • 50 g de chicharrón de pulpo (opcional).
  • 100 g de arroz a la mexicana. 
  • 2 tortillas de maíz.

Procedimiento

  1. En una cacerola con agua caliente coloca los chiles anchos. Cuando se suavicen, ábrelos y retírales las semillas.
  2. Rellena de kastakan, chicharrón de pulpo y sirve con arroz rojo sobre dos tortillas, o cuatro, si hacen tacos con copia.
  3. Si quieres más picante, puedes acompañarlos con adobito de chile ancho.
  4. El chicharrón de pulpo no es más que pulpo cocido, que después se enharina y se fríe. 
  5. En cuanto al kastakan: Es pork belly con doble fritura, o chicharrón con carne. A mí me gusta comprar el que venden con carne en La Merced, con Don Ray, o en el mercado de Tepoztlán en la carnicería Toña.
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Flautas de tianguis

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Por Yuls Suárez - Chef