¿Qué riegos corres si comes "tortillas pirata"? Te damos 3 señales para identificarlas

La tortilla es uno de los alimentos básicos para la dieta de cualquier mexicano. Casi no entendemos ninguna comida o botanita sin ellas, porque se usan para hacernos nuestros famosos tacos, por simples que estos sean; enchiladas, enmoladas y hasta las flautas o chilaquiles, sólo por mencionar algunos de sus muchos usos en la gastronomía mexicana. Por eso nos duele tanto que suba de precio, pero nos duele más que haya empezado a existir una versión "pirata" de las tortillas.

Con el objetivo de disminuir el costo en la producción de tortillas, recientemente trascendió en diferentes medios de comunicación reportes de la venta de "tortillas pirata", de acuerdo con el Consejo Rector de la Tortilla, las cuales están hechas con insumos no adecuados y que además tienen características que son posibles de saltar a la vista del consumidor para que no las consuma. Y es que si en el día a día te venden un kilo de tortilla a menos del precio que en todos lados se oferta, podrías correr el riesgo de enfrentarte con la versión pirata.

Una tortilla tradicional, se elabora con masa de maíz, una proporción de cal y de agua, una mezcla que si se altera, podría resultar algo perjudicial para la salud. Cabe señalar, que por "cal" no nos referimos a la que se usa para la construcción, sino a la llamada "cal viva", que es esencial para el proceso de nixtamalización, un proceso que alcaliniza el agua de precocción del grano de maíz y que además cambia la estructura química de este. 

¿De qué está hecha una tortilla original y una pirata?

Gracias a la nixtamalización, el grano de maíz se reblandece y se puede digerir con mayor facilidad y de acuerdo con la Fundación de la tortilla, se le adhieren otros componentes nutrimentales que por sí solo no tendría, como es el caso del calcio. Sin embargo, algo de todo esto cambia cuando se elaboran las llamadas "tortillas pirata", que por cierto no están hechas con los mejores ingredientes como la original.

Una tortilla pirata, según información del Consejo Rector de la Tortilla Tradicional, puede hacerse con: maíz rezagado, harina de maíz, agua no potable, cal en grandes cantidades y hasta retazos de tortilla tronados del día anterior, todo esto con el afán de ahorrar costos de producción, que les permitan vender el producto a un menor precio. Sin embargo, esto podría suponer algunos riesgos en su consumo. 

Algunos expertos en salud, han asegurado que entre los principales riesgos de comer tortillas pirata, pueden existir: Malestares estomacales e infecciones gastrointestinales por bacterias. Por eso, lo más recomendable es que las observes bien antes de comprarlas. Aquí te dejamos algunas anomalías, que podrían ser una señal de alerta que no debes ignorar antes de comprarlas.

1. Mal olor

Si hueles una tortilla y no huele a maíz, sino a cal u otra cosa, posiblemente se trate de una tortilla pirata. 

2. Color blanco

Si la masa de las tortillas o tortillas es demasiado blanco, quiere decir que tiene más cal, que lo que necesitaría, por lo tanto, puede tratarse de tortillas pirata, porque la masa original es de color crema a amarillento. 

3. Textura agrietada y frágil

Una tortilla original y bien elaborada, debe ser de textura suave y consistente. A veces gruesa, pero si en lugar de esto se ve un poco tieza, agrietada y se rompe tan solo con doblarla, puede tratarse de una tortilla pirata.