Apetito y Saciedad son dos cosas total mente diferente, conoce las diferencias entre ellas

El tema de la nutrición ha sido tema de conversación y estudios desde hace mucho tiempo, teniendo como principal detonante el fin de la Segunda Guerra Mundial, donde se han hecho diversas observaciones y estudios a todas esas personas que sobrevivieron a los campos de concentración y esto ha tenido como resultado un punto diferente, en cuanto a; la desnutrición crónica y la evaluación del estado de nutrición de las personas.

Incluso se ha comentado mucho, el tema de la psicología en este punto, dando como principal enfoque a la parte del apetito y la saciedad, los cuales son dos indicadores nutricionales que no han podido descartar por completo de esto, principalmente en la evaluación clínica de signos y síntomas. Dentro de esto, lo primero que necesitaríamos, sería el de entender, qué significa cada cosa y cómo es que todo esto ha llevado a la conclusión final.

Hambre

Se debe explicar de manera abierta, que el hambre es la sensación fisiológica o psicológica que induce a la personas a comer. Mucho se considera como un mecanismo de defensa del organismo, cuando este tiene la necesidad de diversos nutrientes, incluso se considera instintiva

Apetito

Esto de manera física o psicológica, es el significado de la necesidad de satisfacer nuestra hambre, es decir el deseo de comer.

Satisfacción

También nombrada saciación, esta pertenece al estado de plenitud que obliga a dejar de comer

Saciedad

Y después llegamos a esta parte en la que la saciedad es aquel período, en el cual, la sensación de satisfacción se mantiene hasta que aparece nuevamente el hambre.

De acuerdo a la infromación de la Universidad Latina de América, todos estos factores se deberían a la regulación de ingesta alimentaria, la cual estaría influenciada por cuatro principales factores:

Factores Socioculturales: Estilo de vida, causas del consumo y situación socioeconómica.

Factores Ambientales: apariencia, sabor y tamaño de porciones.

Factores Biológicos: señales hormonales, contenido energético y cantidad ingerida.

Factores Psicológicos: influencias cognitivas, creencias, expectativas acerca de los alimentos y control voluntario del consumo.

Dentro de lo mencionado, también se deben analizar dos casos en específico; los trastornos en la saciedad y los trastornos en el apetito. Para llegar a estos, es importante identificar; el hambre fisiológica y el hambre emocional.

Hambre fisiológica: Éste tipo de hambre se va “construyendo con el tiempo”, no aparece de pronto, es decir que el paciente busca consumir lo que sea, con tal de llenar el vacío en el estómago y no como tal cubrir las necesidades del hambre en específico. Los signos del hambre física son:

1. Punzadas abdominales
2. Dolor de cabeza
3. Ruidos estomacales
4. Debilidad
5. Falta de concentración
6. Fatiga

Hambre emocional: Éste tipo de hambre suele presentarse ante; la ansiedad, la soledad, el ocio, la necesidad de afecto. Comer crea un efecto, que evidentemente, durará poco tiempo y esto sucede a menudo con pacientes que padecen obesidad o trastornos del alimentación. Además de los riesgos fisiológicos mencionados, también están los riesgos psicológicos y psiquiátricos, los cuales vienen acompañados del “castigo” por hacerlo, entre los que se encuentran:

1. Purgas,
2. Vómitos
3. Periodos de dietas estrictas
4. Ejercicio en exceso

Conclusión

Los especialistas piden que analices la razón real por la que estás comiendo, que te des cuenta si lo haces por necesidad o por gusto, por obligación o porque simplemente es algo que debes hacer. También piden a las personas que acudan con un especialista, en cualquiera de los casos presentados, para que les ayude a llevar una vida mucho más balanceada y saludable.