Saludable

¿Qué son las aflatoxinas, qué alimentos las contienen y por qué producen cáncer?

Este tipo de toxinas son producidas por hongos en cultivos de maíz, cacahuates y semillas de algodón
miércoles, 2 de septiembre de 2020 · 19:35

Esta palabreja, las aflatoxinas, denomina a unas sustancias producidas por el hong Aspergillus que es de por sí peligroso y que pueden poner en peligro nuestra salud hepática, es decir, a uno de los órganos más importantes que tenemos, el hígado. Hace poco, dormíamos tranquilos pensando que podíamos comer de casi todo sin ponernos en peligro, pero poco a poco la ciencia nos lo pone bien difícil, vamos me refiero a esto de la tranquilidad y a poder disfrutar alimentándonos de lo que nos venga en gana. 

A ver, estoy un poco en broma hablando en serio debemos de estar agradecidos de que algunos enigmas, de enfermedades que no tenían un origen claro se vayan clarificando día a día. Ahora por ejemplo sabemos que es la acrilamida, los benzopirenos, etc... El avance de la ciencia en las últimas décadas pone el foco en pequeñas cosas, que están contenidas en nuestra comida y que son verdaderos antinutrientes o incluso sustancias carcinogénicas, por lo que ya tenemos una larga lista a tener en cuenta antes de consumir algunos alimentos. 

¿Qué son las aflatoxinas?

Según explican desde el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, se trata "de un tipo de toxinas producidas por hongos (de la familia Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus) en cultivos agrícolas como el maíz, los cacahuetes, la semilla de algodón y en los frutos secos de cáscara dura como las nueces". Estos hongos pueden entrar en contacto con los alimentos durante la cosecha o el almacenamiento de los mismos. Y si tenemos la mala suerte de comernos uno de estos productos que haya sido contaminado ya tenemos encima un grave problema.

 Las toxinas pueden pasar primero a un huésped (como un animal de granja) y después entrar en nuestro sistema cuando nos comemos la carne infectada.Los productores, agricultores e intermediarios pueden, aparte, estar expuestos a las aflatoxinas al inhalar el polvo generado a la hora de tratar estos alimentos, con lo que ellos tienen un riesgo más elevado de sufrir las consecuencias.

¿Por qué son malas?

Las aflatoxinas son un carcinógeno. En concreto, diversos estudios has establecido una correlación directa entre la ingesta de estas toxinas y el desarrollo del cáncer de hígado. A medio/largo plazo esta afección es terrible, pero estas sustancias no solo tienen esta consecuencia, sino que la exposición a las aflatoxinas puede producir necrosis aguda de hígado, cirrosis hepática y síndromes de Reye (una encefalopatía de progresión rápida) y de Kwashiorkor (ausencia de nutrientes).

Cómo evitar las aflatoxinas

Las grandes compañías de alimentación deberían llevar un control muy estricto acerca de los patógenos y sustancias no deseadas que sus alimentos puedan contener. El problema podría estar, por tanto, en las pequeñas producciones, así como las cultivadas y recogidas a nivel personal, que no tienen por qué cumplir ningún tipo de normativa (pues sería imposible que pudiesen asumir el gasto que suponen dichas medidas de seguridad). Así pues, si queremos estar absolutamente seguros de que no estamos ingiriendo aflatoxinas, nuestra mejor apuesta es recurrir a marcas de confianza. Debemos tener en cuenta que su presencia es absolutamente natural. No se debe a la presencia de insecticidas y otros productos químicos usados por la industria.

En el caso de que no nos quede otra que comer unos frutos secos producidos a pequeña escala deberemos, en la medida de lo posible, "desechar los que estén mohosos, tengan un color anormal o estén resecos y ajados", aconsejan desde el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.