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¿Es bueno tomar café si padeces de hipertensión? Aquí te decimos

Según la OMS, la hipertensión es la causa prevenible más importante de enfermedades cardiovasculares
lunes, 15 de junio de 2020 · 17:26

La hipertensión o tensión arterial alta, es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión notoriamente alta, lo que puede llegar a dañarlos. Esta tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón y cuanto más alta sea, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.

Lo usual en los adultos es una tensión arterial de 120 mm Hg cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión diastólica). Cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg, la tensión arterial se considera alta o elevada. Podría parecer irrelevante, pues la mayoría de las personas con hipertensión no muestra ningún síntoma al principio, sin embargo, este padecimiento a la larga puede desencadenar  dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón, hemorragias nasales, deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo; por esto es conocido como “el asesino silencioso".

De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, la hipertensión es la causa prevenible más importante de enfermedades cardiovasculares y ACV del mundo.

Hipertensión y café

Aunque la mayor parte de la evidencia médica apunta a que el consumo habitual y continuado de la cafeína produce un aumento en la tensión arterial y en la frecuencia cardiaca de forma ligera y transitoria, un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Preventivas y Clínicas de París sugiere que, en realidad, la presión alta podría estar asociada a otro mal hábito.

El estudio fue realizado en sujetos de entre 16 y 95 años de edad a los que se les hizo previamente un chequeo. A todos se les preguntó la cantidad de café o té que bebían por día para después clasificarlos en no bebedores, los que consumían de una a cuatro tazas y los que consumían más de cuatro tazas.

Los resultados, además de arrojar una asociación mayor de hombres con el café y de las mujeres con el té también indicaron que es más usual que los bebedores de café sean fumadores activos, lo cual podría tener una estrecha relación con la hipertensión.

Es importante recalcar que aún faltan estudios y pruebas para hacer para indicar que el café podría dejar de ser significativo para las personas con afecciones cardiacas y gástricas. Mientras ello ocurre, sigue siendo recomendable que las población con estas afectaciones reduzcan su consumo a una taza o a ninguna.