Las primeras cuatro letras de la palabra lo dicen todo: “vita”, que en latín significa vida. Todas las vitaminas son moléculas esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo y gozar de una buena salud, pero hoy hablaremos de la imprescindible vitamina E.

Esta vitamina es un antioxidante por excelencia, lo que quiere decir que protege el tejido corporal del daño causado por los llamados radicales libres y, por ende, juega un papel en ciertas afecciones relacionadas con el envejecimiento. Por otra parte, el cuerpo también necesita vitamina E para ayudar a mantener el sistema inmunitario fuerte frente a virus y bacterias, ya que además de colaborar en la formación de glóbulos rojos, ayuda al cuerpo a utilizar la vitamina K. 

Si todo esto te resultara poco, diversos estudios científicos han investigado la relación de los suplementos de vitamina E con mantener mentalmente lúcidos y activos a los adultos mayores, así como a prevenir o retardar la disminución de las funciones mentales y la enfermedad de Alzheimer. 

Aunque de hecho esto, no es lo único que la vitamina podría hacer por la salud de los adultos más grandes, pues existen otras investigaciones que continúan observando el actuar de la vitamina E en la prevención de la degeneración macular relacionada con la edad, o la pérdida de la visión frontal en las personas de edad avanzada, y las cataratas.

¿Cuánto consumir y dónde encontrarla?

Si lo que quieres es gozar de cualquiera de estos beneficios, las cantidades diarias promedio dependen de la edad. En el caso de los niños pueden ir de 4 a 11 mg, en jóvenes y adultos lo sugerido son 15 mg y en el caso de mujeres y adolescentes lactantes o embarazadas se deben consumir 19 mg. Para cumplir con estas cantidades mínimas puedes disfrutar de alguno de los siguientes alimentos:

Aceites vegetales

Algunos como el de oliva, girasol, maíz, soja o trigo son algunos de los alimentos con mayores dosis de vitamina E de ahí que la industria de la belleza y cosmética usan estos aceites en sus productos para prometer grandes beneficios; aunque lo más recomendable es consumirlos de forma natural.

Aguacate

Casi todos los que disfrutan de su sabor también aman comer este alimento por su variedad de grasas saludables. Pero, ¿sabías que este es el segundo alimento que más vitamina E puede aportarte?

Frutos secos

Estos deliciosos y pequeños alimentos podrían ser importantes de lo que crees, especialmente para lucir una piel envidiable. Al contener 26 mg por cada 100 g, podrás disfrutar de las dosis necesarias y combinar su característico sabor con cremas de verdura o ensaladas.

Espinacas

Además de proveer importantes dosis de vitaminas A, B1, B2, C y K, así como nutrientes como calcio, fósforo,, ácido fólico y magnesio, esta verdura verde, después del aguacate, es la más rica en vitamina E.

Papaya

Esta fruta, que además es sumamente provechosa para la digestión, es una de las mejores aliadas para el cuidado del cabello y de la piel, gracias a sus dosis de vitamina E y antioxidantes.

Pescados grasos

Y no olvides incluir en tu dieta la caballa, anguila, el congrio, salmón y las sardinas; pues la vitamina E no solo se encuentra en las grasas vegetales, ¡también en las animales!