Aprovecha la temporada y prepara una rica salsa de mango con chile de árbol

Comer picante en México es básicamente parte del día a día. Nuestros paladares ya están acostumbrados a recibir casi todo tipo de acidez, porque podríamos decir que viene en nuestro ADN. Y es que por más que muchos digamos que no comemos chile, la verdad es que lo toleramos mucho más que cualquier extranjero. Sí, eso ya es un logro, porque además hay que aceptar que eso justo es lo que le da saborcito a lo que comemos. 

No hay mexicano que entienda sus botanas, sopas, guisados, tacos o tostadas sin salsa. Y aunque existen siempre las versiones "que pican" y las que "no pican", sabemos que en el fondo todas pican aunque sea poquito, porque ése es uno de los distintivos de la comida mexicana, ¡el chile!, porque podrá cambiar el estilo o la combinación, pero casi siempre estará presente en cualquier lugar del país, con recetas sean clásicas o regionales. 

Una vez sabiendo que el chile no se crea, ni se destruye, sólo se transforma, la verdad es que las posibilidades de combinarlo con más alimentos es bastante inmensa, pues entran frutas, verduras, semillas, aceites y prácticamente todo lo que se te ocurra, porque el chiste es experimentar con todo lo que tengamos al alcance para que nuestro paladar y el de nuestros seres queridos, sea testigo de algo delicioso que permita acompañar esos alimentos con un toque picosito único.

¿Cuántos tipos de chile existen en México?

Para lograrlo, no hay poco material, pues al menos en México existen alrededor de 50 variedades del chile que podemos presumirle al mundo, pero sólo 20 son las más utilizadas a la hora de cocinar. Las más populares son: el chile manzano, pasilla, guajillo, de árbol, serrano, habanero, jalapeño y morita. Todos ellos pueden lograr diferentes sabores, dependiendo del tratamiento que se les dé. Por ejemplo, con el penúltimo se pueden lograr desde chiles en vinagre, hasta chipotles. 

La manera de cocinar el chile, influye mucho en el tipo de salsa que podemos obtener. Además, cada uno tiene diferente grado de picor y también hay técnicas para aumentarlo o reducirlo al paladar, según el gusto de cada quién. Todos los chiles pueden cocinarse asados, crudos, tatemados o hasta fritos, según la consistencia y sabor que estemos buscando en nuestras salsas, porque estas últimas suelen tener presencia en un montón de platillos mexicanos.

Pero si tú eres amante de lo dulce, acidito o tropical, la receta que traemos para ti el día de hoy te encantará, pues se trata de nada más y nada menos que de una salsita sabor mango, pero con chile de árbol. Esta es rápida de hacer y le puede dar un gran sabor a tus botanas o taquitos de cochinita pibil, porque le brinda la esencia frutal a lo que se la pongas. No necesita cocerse y puede durarte en refrigeración hasta 1 semana, pero te aseguramos que antes de ése tiempo se te acabará. Así que ¡manos a la obra!

Ingredientes

• 1 mango
• 1/2 taza de agua
• 1 pizca de jengibre
• 2 chiles de árbol
• 1 rodajita de cebolla

¿Cómo se prepara?

1. En un comal, pon a tatemar los 2 chiles de árbol y la rodajita de cebolla. 
2. En la licuadora agrega la pulpa del mango y ya que estén tatemados los chiles y cebolla, agrégalos también.
3. Añade la pizca de jengibre y el agua a la licuadora y ¡a licuar!
4. Una vez que todos los ingredientes se hayan incorporado, ¡está lista! Sírvela en una salsera.