Prepárale a tu amor un sabroso cheesecake japonés con limón para este 14 de febrero

El 14 de febrero nos respira en la nuca y probablemente a estas alturas ya estamos entrando en pánico, si no hemos decidido qué regalarle a nuestro medio limón, en lugar de naranja, porque para estos tiempos, la plusvalía de la fruta aumentó y todos queremos demostrarle nuestro cariño a nuestra pareja con algo bonito, valioso y sobre todo significativo. Justo por eso es que le damos tantas vueltas a las cosas. 

Pero si eres de aquellas personas a quienes siempre tiende a llegarle la lumbre a los aparejos o que deja todo para el último momento, porque no quieres dar la clásica paleta de corazón sabor caramelo o chocolate, probablemente estás en el lugar indicado, porque no hay nada más bonito que hacer un regalo artesanal, con tus propias manos y con todo el amor que alberga tu corazón. 

Una opción muy linda y que todos amamos aunque no tengamos pareja, es recibir un sabroso cheesecake y mejor todavía cuando se trata de uno estilo japonés, así más esponjoso que nuestro novio (ok, no) y con un sabor suave y extraordinario. Por eso hoy compartiremos contigo una fabulosa receta para preparar un rico pastel de queso y limón, estilo japonés, que estamos seguros de que te encantará. 

¿Cómo es un cheesecake japonés?

El tradicional pastel que se prepara a base de queso, puede tener similitudes con cualquier otro en su origen, pero a la hora de mezclar los ingredientes y de su cocción es que se empiezan a notar las diferencias. Es altamente conocido por sus deliciosa consistencia, que provoca a cualquier amante del postre gran fidelidad al mismo y no querer separarse nunca de este tipo de postres, por el amor que produce su sabor.

Hay que decir, que fieles a su filosofía zen y basándose en la agilidad, los japoneses preparan este manjar y pueden parecer unos verdaderos samuráis con filipina blanca, gorros altos y la coordinación de todos los movimientos al cocinar, una técnica que ha sobrevivido y trascendido desde siglos atrás, pero todavía sigue conquistando un montón de paladares y no sólo en el país del sol naciente, sino en diferentes lugares del mundo. 

Aunque lo tradicional es el pastel de queso solamente, ahora existen algunas variantes que incluyen el plus, como por ejemplo nuestra receta que además le da un toquecito de limón a tu postre, llevándolo completamente a otro nivel. Y si lo vas a regalar, seguro que vas a sorprender a la persona con un obsequio agridulce, elaborado con tus propias manitas. 

Ingredientes

• 250 g de queso crema
• 6 huevos medianos
• 60 g de mantequilla
• 40 g de azúcar en polvo
• 100 ml de leche 
• 60 g de harina de repostería
• 20 g de maizena (almidón de maíz )
• Ralladura de 1 limón + 1 cucharadita de jugo de limón

¿Cómo se prepara?

1. En un bowl de unos 10 cm por 20 cm de largo, unta un poco de mantequilla y rocía un poco de harina, de tal manera que quede el molde casi empanizado. para que no se pegue la masa. 
2. Pon a calentar una olla con agua de tal forma que al poner el bowl, no salga el agua. 
3. Precalienta tu horno a 190°C y mientras, separa las yemas de las claras. 
4. Las claras las montarás a punta de nieve. 
5. Una vez hierva el agua, coloca otro bowl limpio de un diámetro ligeramente menor al de tu olla, ponlo en baño maría.
6. Agrega la mantequilla en el bowl y deja que se funda. Remueve hasta que nos quede una crema suave con unas varillas de globo.
7. Agrega el azúcar y remueve hasta que se integre. Vierte las yemas de huevo y mezcla de nuevo. 
8. Añade la leche y la ralladura de limón. Incorpora todo. 
9. Bate las claras a punto de nieve. Cuando ya vayan haciendo espuma agrega el jugo de limón. Agrega el resto del azúcar y termina de batirlas. 
10. En la crema de mantequilla agrega la harina tamizada y bate hasta integrar. Añade las claras batidas y con ayuda de una espátula, mezcla suavemente. 
11. Vierte la masa sobre el molde que enharinaste primero. Este lo colocas en una fuente con agua en baño María.
12. Lleva al horno y hornea a 190°C por 18 minutos. Después de este tiempo, baja la temperatura del horno a 150 grados C y hornea por 20 minutos más. 
13. Pasado el tiempo, apaga y deja que repose por media hora sin abrir la puerta del horno. 
14. Pasada la media hora abre la puerta del horno y deja 15 minutitos hasta que acabe de enfriar. 
15. Desmolda y sirve.