Combate las moscas chiquitas de la cocina con estos 2 remedios caseros

En esta época de calor es común encontrarnos con más de una plaga en la cocina, y las moscas chiquitas son una terrible aparición que nos indica que alguna fruta ya se está pasando.

Las moscas chiquitas aparecen frecuentemente donde guardamos la fruta, aunque también pueden estar en el fregadero o la tarja, en los botes de basura, en donde almacenamos la verdura o incluso en algún rincón de la alacena.

Los expertos señalan que las moscas chiquitas son capaces de arrastrar en sus patas agentes patógenos que pueden causar algunas afecciones estomacales o alergias, además de ser rápidas en su reproducción, pues por cada mosca que matas hay 400 huevos en algún otro rincón.

Para prevenir su aparición es muy importante tener hábitos de limpieza, cerrar bien los botes de basura, no dejar trastes sucios o fruta descompuesta o lavar las hortalizas en cuanto lleguemos a casa. Sin embargo, si ya tienes este problema, aquí te compartimos 2 remedios caseros muy efectivos para combatir las moscas chiquitas.

2 remedios caseros para combatir las moscas chiquitas

1. Con vinagre de manzana

Sirve en un vaso agua (hasta 3/4 partes), agrega un chorrito de jabón para trastes, 2 cucharadas de azúcar y 3 cucharadas de vinagre de manzana, mezcla hasta disolver y deja en la esquina de la cocina donde hayas visto a las moscas chiquitas, de preferencia sea un rincón oscuro y húmedo.

Esta mezcla se vuelve atractiva al olfato de las moscas, quienes intentarán beber el agua, pero el detergente tendrá un efecto tóxico en su organismo que terminará por matarlas.

2. Con azúcar y levadura

En una ollita sirve un litro de agua, deja hervir por 10 minutos y retira del fuego. Corta la boca de la botella de un refresco desechable para obtener un embudo.

Cuando el agua esté un poco más fría, agrégale unos 50 gramos de azúcar, mezcla hasta deshacer los gránulos de azúcar y añade1 gramo de levadura, cerciorándote de que el agua esté a temperatura ambiente, mezcla. Sirve esta mezcla en la botella y coloca la parte de arriba como embudo.

Asegúrate que hay un poco de aire entre el líquido y el cono, pues las moscas acabarán atrapadas en este espacio. Tapa la botella con una bolsa negra, haz varios hoyos para que las moscas puedan entrar y deja la botella en un lugar estratégico donde hayas visto varias moscas chiquitas.

Esta trampa resulta muy efectiva y la puedes tener en casa por varios días para atrapar a un mayor número de moscas chiquitas, que se sentirán muy atraídas no sólo por el aroma a fermento y a dulce, sino también por el color oscuro de la bolsa.