Huerto en casa

¿Cómo germinar un hueso de durazno? Dale un nuevo uso al convertirlo en una planta

Con esta guía básica sabrás todo lo que tienes que hacer para germinar un hueso de durazno
sábado, 23 de abril de 2022 · 14:59

El durazno contiene un hueso que lamentablemente no se puede ingerir ya que contiene una sustancia que se llama amigdalina, la cual produce cianuro de hidrógeno después de la ingestión. Cuando se ingiere en cantidades excesivas, causan envenenamiento por cianuro, así que es mejor evitarla y ni pensar en degustar. Pero sí se le puede dar un nuevo uso o hasta darle vida y tener la oportunidad de convertirlo hasta en una pequeña planta que forme parte de la decoración del hogar.

Muchas de las veces el hueso de las frutas o semillas se terminan desechando a la basura, sin embargo son elementos que después de germinarlos pueden dar pie a un nuevo fruto, que sin duda alguna puedes hacer de forma fácil desde la comodidad del hogar y darle la oportunidad de emplearse en un giro distinto más allá de cumplir su función natural al encontrarse dentro del durazno u otra fruta.

Si te gusta este tipo de actividades en el huerto de tu casa para aprovechar hasta las semillas de las frutas o alimentos en general y convertirlos en una planta que posiblemente dé nuevos frutos, con la siguiente guía básica sabrás cómo germinar un hueso de durazno y los cuidados que debes de darle hasta el punto de darle una nueva vida y transformarlo en un bello cultivo casero.

¿Cómo germinar un hueso de durazno?

Germinar un hueso puede ser una tarea sumamente sencilla y para que dé frutos la clave está en darle los cuidados necesarios, pero primero comienza por emprender esta idea y para ello necesitas los siguientes materiales:

Materiales:

  • 1 ó 2 huesos de durazno
  • Tierra fértil
  • 1 maceta
  • 1 martillo pequeño
  • Suficiente agua

Procedimiento 

Para extraer como tal la semilla del durazno, debes de quitar la cáscara en la que se envuelve el hueso (no tiene que tener restos de pulpa, puedes lavarlo con agua), da golpes con el martillo con cuidado de extraer la semilla de su interior para no dañarla.

Una vez tengas la semilla o semillas, ponlas a remojar en un vaso de agua durante un día completo. Notarás cómo en 24 horas estas ganarán mucho volumen al hidratarse. Al paso de unas semanas comenzará a brotar pequeñas raíces.

Cuando esto suceda, será un indicador para plantarlo,  así que toma la maceta y llena a la ¾ de su capacidad, coloca el o los huesos de durazno separados con aproximadamente 8 cm entre ambos. Cubre con más tierra e hidrata con un poco de agua.

Los cuidados que debes de tomar en cuenta es regar con un poco de agua y exponer la maceta a los rayos de sol por un par de horas. Recuerda que debes de ser constante con este tipo de cuidados y sobre todo tener paciencia, ya que no es un fruto que de la noche a la mañana crezca, sin embargo la espera valdrá la pena.

Es así como luego de germinar un hueso de durazno podrás tener una nueva planta que podría dar frutos de esta rica fruta, además es una forma de darle vida a este elemento que muchas de las veces termina en la basura.