Técnicas sencillas para reducir nuestro consumo de sal

La sal es un mineral compuesto por cloruro de sodio, que si bien sirve para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, lo requerimos en una dosis muy baja. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) un adulto saludable debería ingerir menos de 2 gramos de sodio diario, que equivalen a 5 gramos de sal de mesa.

A pesar de esta recomendación, se calcula que la población mexicana consumimos entre 7 y 9 gramos de sal al día, una cantidad que nos ubica como población de riesgo para sufrir retención de líquidos, hipertesión arterial, gastritis, tumores gástricos, enfermedades cardiovasculares, del hígado y del riñón, entre otras.

Por esta razón, aquí te compartimos algunas técnicas sencillas que te ayudarán a reducir tu consumo de sal al día, lo que podría parecerte algo ingenuo en algunos casos, pero son trucos que sin duda contribuirán a que disminuyas la cantidad de sodio que ingieres diariamente. Poner en práctica más de una te ayudará a tener una mejor condición de salud.

Técnicas sencillas para reducir el consumo de sal

• Esconde el salero

Parece ingenuo, pero no dejar a la vista el salero ayuda a reducir la cantidad de sal que consumimos en casa o en algún restaurante. Por esto, en casa es mejor guardarlo en un lugar alejado de la vista, esto te ayudará a reducir un poco el consumo de sal.

• Come más en casa

Preparar tus propios platillos te ayuda a disminuir y controlar la cantidad de sal que consumes, pues aunque un guisado en un restaurante no te sepa salado, hay alimentos como las sopas, las salsas, los fritos y hamburguesas que son famosos por su alto contenido de sodio.

• Lava los alimentos enlatados

Para eliminar parte del sodio que contienen como conservadores los alimentos enlatados puedes enjuagarlos bajo el chorro de agua fría. Este es el caso de verduras o legumbres enlatadas, como los frijoles, que al pasarlas por agua, reducirás el contenido de sodio casi a la mitad.

• Usa otros condimentos

Al principio tal vez te haga falta el sabor de la sal en los alimentos y esto es porque no estás acostumbrado a no usarla, pero puedes disminuir la cantidad poco a poco e ir utilizando otras especias como hierbas finas, pimienta, jugo de limón, vinagre, etcétera, para realzar el sabor de tus platillos.

• Revisa las etiquetas

No todos los alimentos dicen cuánto contenido de sal tienen, pero sí cuánto sodio agregan y es este el mineral que debes buscar reducir. Mientras aparezca más arriba en la lista de ingredientes, mayor contenido de sal tendrá, así que busca etiquetas que tengan la leyenda "sin sal", "bajo en sal", "bajo en sodio" o similares.

• Atención al desayuno

Si piensas que por estar comiendo algo dulce no estás consumiendo sal, te equivocas. Una gran cantidad de cereales de venta comercial para el desayuno tienen grandes cantidades de sodio. Lo mejor es optar por cereales integrales o consumir avena.

• Come fresco

Más frutas y verduras, así como cereales integrales y alimentos no procesados son naturalmente bajos en sodio, que al ser comparados con los enlatados, los embutidos, los precongelados y las sopas instantáneas están llenas de sal.

• Cuida los sazonadores

Nuevamente, no porque sean de sabor dulce significa que no tienen sodio. Este es un error muy común al añadir la famosa catsup o salsa de tomate, que tiene grandes cantidades de sodio, lo mismo ocurre con las salmueras, la salsa de soya, las aceitunas o la mostaza, entre otros.

• Prueba imitaciones

Hay marcas que son sustitutos de la sal y son bajas en sodio o incluso, sin sodio, lo que te ayuda a tener un sabor muy similar sin añadir este mineral. Sólo ten en consideración que si eres un paciente con insuficiencia renal o estás en tratamiendo para el corazón o la presión debes consultar antes a un médico, ya que algunas marcas son elevadas en potasio y te pueden dañar.