¿Cómo se debe de guardar el vino para que no se convierta en vinagre?; aquí algunos tips

Si alguna vez te han dicho que eres como los vinos, porque mejoras con los años, siéntete afortunado, porque la verdad es que no todo mundo sabe envejecer con gracia. De hecho hay a quienes les aterra y en cuanto ven su primera arruga en el rostro, corren a hacer cita con el cirujano plástico para que las restaure y las deje como nuevas para que después repitan el ciclo, porque se sienten inseguras. 

Sin embargo, habemos quienes nos resignamos a que los signos de la edad se aparecerán tarde o temprano y más vale aceptarlos, pero eso no significa que nos tiraremos al sofá de la depresión a esperar la muerte. Todo lo contrario, quiere decir que tomaremos la edad con toda la actitud y en lugar de sentirnos un vino, iremos por el mejor al supermercado para tomárnoslo cuando se nos apetezca.

Y el vino es elegante, atractivo y romántico en las fotos, películas o series que usemos para convencernos de que la vida es mejor y más bonita. Sin embargo, hay muchas razones para que no todo sea color de rosa. Sobre todo, porque siempre hay algunos detalles que nos hacen aterrizar de la fantasía a la realidad, como por ejemplo, los accidentes. Ésos momentos insospechados en el que abres por segunda vez una botella de vino después de haberla guardado ahí en donde sea. 

Desde luego que un vino mal guardado o cerrado puede convertirse en nada más y nada menos que en vinagre, porque no se cumplen las condiciones que necesita para perdurar por más tiempo. Es normal caer en este tipo de malos tratamientos. Sin embargo, es cierto que también se puede prevenir ese mal trago con la información adecuada, así que por eso hemos traído para ti algunos tips para que cuando tengas que guardar tu vino, o sea, siempre consideres estas condiciones. 

Tip 1: Cuida la temperatura

De acuerdo con los enólogos, el factor más determinante a la hora de conservar un vino es la temperatura. Siempre influye, SIEM-PRE. Los cambios drásticos pueden tener una gran influencia en la velocidad de evolución del vino y es importante que se mantenga estable y constante. Más allá de los grados, lo que se busca es que siempre tenga parámetros normales. 

Los cambios bruscos de temperatura pueden alterar también la presión interna de la botella, empujando el corcho hacia fuera, lo que podría causar fugas de líquido y entrada de aire, cuyo principal efecto es la mayor y más rápida oxidación del vino. Lo ideal es mantener la temperatura por debajo de los 16º C.

Tip 2: Cuidado con la humedad

La escasa humedad puede contribuir a secar el corcho mermando su capacidad hermética. Si hay exceso de humedad, además de estropear las etiquetas, esto puede contribuir al desarrollo de mohos o bacterias que en ,en casos muy excepcionales, podrían afectar al vino mediante su paso a la botella a través de un tapón deficiente, adquiriendo olor a humedad. Lo ideal es que la humedad no baje del 50% y, si es posible, se mantenga entre el 70 y el 80%.

Tip 3: Luz solar

El vino, como el queso es un ser vivo y por lo tanto, reacciona químicamente a la luz. Por eso las botellas regularmente son verdes, para que los rayos ultravioletas puedan alterar y afectar la correcta conservación. Esta reacción química puede tener efectos en el color (tostados) e incluso en el sabor. La bodega para conservar vino debe ser, por tanto, lo más oscura posible y en la que la luz solar sea la menor posible.

Tip 3: Cuida olores y colocación 

El lugar donde almacenes tu vino debe ser libre de olores, ventilado y con la menor cantidad de vibraciones. Piensa como si fueras un pirata queriendo esconder su tesoro, que en este caso es tu vino. Las botellas deben guardarse tumbadas, de forma horizontal, para que el tapón siempre esté mojado.