Así fue como nuestros antepasados inventaron el tamal, un manjar dedicado a la madre tierra

Los tamales son, probablemente, de los antojitos mexicanos más populares que tenemos y, no es para menos, principalmente porque son sumamente deliciosos y pocas personas podrían negarse a ello. No podemos dejar de pensar, que como buenos godínez o no godínez, nos encanta ir por un buen tamal o una buena torta de tamal lo viernes con la señora Carmen (ok, no estamos seguros de que así se llamen, pero si estamos seguros de que por lo menos todos tenemos a la señora de los tamales). 

Aunque hoy en día los conocemos mucho y nos encantan, la realidad es, que ellos, llevan mucho más tiempo entre nosotros de lo que imaginamos, vamos desde antes de lo que siquiera podría tener en cuenta tu tatara abuela, porque resulta ser un platillo que se remonta a la época prehispánica de México, donde se cuenta que era un alimento para las grandes fiestas. Se cuenta también que solían prepararlo para agradecer la fertilidad de la tierra, en cualquier evento social y como ofrenda de los muertos. 

Por supuesto, lo que conocemos hoy en día como tamal, no es lo mismo que nuestros antepasados cocinaban. De acuerdo con al información presentada por el gobierno, se cuenta que, en aquella época, se elaboraba con verduras como calabaza, chile y maíz, productos que desde entonces eran tradicionales de nuestras tierras. Como lo hemos mencionado, esto se modifico y tuvo como principal cuestión el tema de la Conquista. 

Con la llegada de los europeos el platillo fue adaptándose a todo aquello proveniente de Europa, quienes actualmente aportan el sabor que hoy en día conocemos, como lo es el caso de la manteca o la carne de cerdo, ingredientes que se agregaron en sustitución de las verduras como calabaza, quelites y elotes. Si lo pensamos un poco, honestamente era mucho más saludable la versión de nuestros antepasados, ¿no lo crees?. 

Por supuesto, no nos quejamos de la situación, porque hoy en día es uno de los alimentos mexicanos, a base de maíz, más populares que tenemos y de los más consumidos. El relleno que suelen presentar es completamente diferente y, en varios estados del país, se suelen tener versiones propias. Eso sí, para su preparación, lo más tradicional resultan ser las hojas vegetales, las cuales pueden ser de milpas o de maíz, de plátano, carrizo, chilaca o papatla. 

Como lo hemos mencionado, de los rellenos más populares son puerco y pollo, sin embargo también los ha de huazontle, frijol con rajas, verduras y hasta huevo cocido, porque en nuestro país no paramos y nos encanta experimentar con distintas opciones de tamales, sabores, formas y colores, para darle una variedad extensa al asunto.