Día de Muertos

¿Cómo nació el pan de muerto? Conoce la historia del protagonista del Día de Muertos

El origen del emblemático pan de muerto se remonta a la época precolombina, aquí te contamos la historia
martes, 18 de octubre de 2022 · 13:59

Uno de los elementos que sin duda más destacan en las celebraciones tradicionales del Día de Muertos, es el exquisito y significativo pan de muerto. Pero, ¿sabes cuál fue su origen? Existen algunas versiones a cerca del origen de esta exquisitez culinaria, comenzaremos por mencionar que las ofrendas de muertos era ya una práctica común en las culturas prehispánicas.

Un ejemplo, eran las ofrendas de ‘panes’ de diferentes figuras como de mariposas o rayos, que eran entregadas a la diosa Cihuapipiltin, ofrenda que estaba dedicada a las mujeres que morían del primer parto, pues se creía que rondaban por el aire y provocaban enfermedades a los niños. De acuerdo con la información compartida en el blog del Gobierno de México, los panes estaban hechos a base de amaranto y pan ázimo el cual era un pan de maíz seco y tostado. Estas ofrendas destacaban por tener varios elementos hechos a base de amaranto ya que lo consideraban un alimento especial.

Sin embargo, durante la época prehispánica el pan que se realizaba para esta ceremonia se conocía como "papalotlaxcalli" o pan de mariposa. Y lo más similar a lo que hoy conocemos como pan de muerto sería el "huitlatamalli" que era una especie de tamal.

En una segunda versión refiere que el pan de muerto nace en la época precolombina, cuando se realizaban sacrificios humanos, en donde las antiguas civilizaciones para dar ofrenda a sus dioses abrían el pecho de una princesa y sacaban el corazón palpitante que era introducido una olla con amaranto y después la persona que oficiaba la ceremonia comía parte del corazón en señal de agradecimiento.

Fue durante la conquista, que a la llegada de los españoles tal acto causó impresión que se comenzó a elaborarse un pan de trigo en forma de corazón, que era bañado en azúcar de color rojo, esto simulaba la sangre de la doncella, sin necesidad de realizar sacrificios.

Con el paso del tiempo se modificó la receta hasta lo que conocemos hoy en día, un pan de muerto hecho a base de harina, azúcar, mantequilla, azahar, levadura fresca y naranja. Cada ingrediente y forma de este infaltable elemento tiene un significado especial. La elaboración tradicional del centro del país, como la Ciudad de México es cubierto de azúcar y en algunos casos existen variedades con relleno.

Festejar el Día de Muertos es un acto de celebración a la vida, compartiendo y disfrutando en familia el tiempo que se tiene en este plano en conjunto con el recuerdo de los difuntos. Esta celebración ha tenido un reconocimiento mundial que desde 2003, la Unesco declaró el Día de Muertos como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.