¿Cuándo y por qué se celebra el Día de la Dona? Aquí te contamos

La dona es uno de los panes favoritos de millones de personas alrededor del mundo e incluso se estima que cada año se producen alrededor de 35 mil millones de donas a nivel internacional, mientras que Canadá tiene el mayor consumo de donas per cápita del planeta, con alrededor de 30 donas al año por persona.

La rosquilla es tan icónica que resulta uno de los alimentos más consumidos en las series de televisión estadounidenses, en las películas y hasta en las caricaturas, para no ir tan lejos el ejemplo más claro se ve en Los Simpsons. Pero si pensabas que existe un día dedicado a este rico postre debido a Homero te equivocaste, pues esta fecha se celebra desde mucho tiempo atrás.

El Día de la Dona se celebra el primer viernes de cada junio, una fecha que tiene sus orígenes en Estados Unidos, y contrario a otras celebraciones no tiene como objetivo difundir o promover este alimento, sino que es más bien un día en el que se conmemora el trabajo de las enfermeras durante la Primera Guerra Mundial.

¿Por qué se celebra el Día de la Dona?

Resulta que durante este conflicto bélico, un grupo de mujeres voluntarias del ejército The Salvation Army, decidieron regalar unas donas a los soldados heridos con el fin de hacerlos sentir en casa y alegrarlos por un momento. Por esta razón, el Ejército de Salvación decidió dedicar el primer viernes de junio a este hecho nombrándolo como el Día de la Dona.

La efeméride se constituyó el 7 de junio de 1938 y desde entonces, los ciudadanos americanos lo adoptaron como una fecha entrañable, que con el tiempo terminó por celebrarse a nivel internacional.

Y aunque no hay un consenso sobre el origen de este pan, algunos autores sugieren que en la antigua Roma ya se hacían este tipo de panecitos y que incluso en la biblia se mencionan unos "donuts" que son muy parecidos a lo que conocemos hoy día.

También están los olykoek, "panecillo de aceite", un pan frito tradicional de Holanda que se sirve con azúcar o mermelada y supuestamente los colonos de este país llevarían la receta a Nueva York a mediados del siglo XVIII, donde con el tiempo se transformó en una rosquilla.