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Rosca de reyes: ¿Cuál es el significado del niño Dios que se pone dentro del pan?

Más allá de una celebración popular, la rosca de Reyes guarda una gran cantidad de símbolos que nos cuentan una historia
martes, 5 de enero de 2021 · 19:57

La rosca de Reyes es una de las tradiciones culinarias más arraigadas en nuestro país, ya que desde un par de días antes de la llegada de los Reyes Magos, las panaderías y supermercados comienzan a llenar sus estantes con esta deliciosa preparación para compartir en familia. La rosca tiene una forma redondeada y cuenta con frutas cristalizadas y ate de sabores en la parte superior, lo que da la un toque muy especial a cada mordida. 

Su preparación no es muy complicada, pero sí requiere de paciencia para dejar que la masa logre fermentar y aumentar su tamaño para lograr formar la tradicional rosca que bien conocemos. Cada uno de los elementos con los que cuenta, va más allá de solo un artículo decorativo o de sabor, pues cada uno tiene una historia, por ejemplo, las frutas, el ate y las cerezas, simbolizan parte de los regalos y joyas que los tres Reyes Magos ofrecieron al niño Dios. 

¿Qué significa el niño Dios en la rosca?

Una de las tradiciones alrededor de la rosca de Reyes es el misterio de saber quién será el afortunado de encontrar al niño Dios escondido entre la rosca, así quien logra encontrarlo deberá apadrinar a ese niño Dios e invitar los tamales el Día de la Candelaria a todos los asistentes con los que compartió esa rosca. En ocasiones, hay quienes prefieren esconder al niño Dios para evitar comprar los tamales, pero al final no queda otro remedio. 

Como bien lo mencionamos, cada uno de los elementos de la rosca de Reyes trae consigo un gran significado, en especial religioso, y en este caso el poner un niño Dios dentro de la rosca también tiene un significado muy importante dentro de la religión y que nos lleva hasta el 2 de febrero y las celebraciones del Día de la Candelaria. 

En la antigüedad, el niño Dios era representado por un haba, pero posteriormente se cambió por un muñeco de porcelana y ahora uno de plástico que es mucho más sencillo de conseguir en casi cualquier mercado. Según la historia, ocultar a un niño Dios dentro de la rosca hace referencia a cuando María y José tuvieron que esconder al pequeño Jesús del Rey Herodes, quien había dado la orden de matar a todos los niños. 

De esta historia también se desprende la celebración del Día de los Inocentes cada 28 de diciembre, fecha en la que se llevaron a cabo dichas matanzas. Es por esto que quién saque al muñeco escondido en la rosca se convierte en padrino o madrina del pequeño, por lo que deben llevarlo a bendecir a la iglesia el 2 de febrero e invitar los tamales con atole para celebrar en conjunto.