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Descubre cuáles son las diferencias entre el durazno y el chabacano

Aquí descubrirás que a pesar de parecer iguales, el durazno y el chabacano son muy distintos
jueves, 6 de mayo de 2021 · 12:36

Aunque muchos confunden durazno y chabacano, son dos frutas diferentes, no sólo en su apariencia y sabor, sino que tienen diversas características que los diferencian. Si eres un amante de las frutas no te puedes perder este artículo donde te hablaremos justo de esos aspectos que hacen distintos al durazno y al chabacano.

Para comenzar te daremos una pequeña ficha técnica de las características básicas del durazno, donde podrás conocer cuándo es su temporada de cosecha, la zona geográfica de su origen, su nombre científico, así como otros nombres con los que se les conoce y las condiciones edafoclimáticas que se refieren a las condiciones de clima y suelo.

En primera instancia esto te hará notar que a pesar de ser tan parecidos en algunos aspectos ya que pertenecen a la misma familia de la Rosaceae, en donde están agrupados las ciruelas, el cerezo y el almendro, el chabacano y el durazno también son distintos en sus aportes nutricionales. Sin más preámbulos te contamos de estas distinciones que los hacen tan únicos.

Durazno

  • Temporada: Junio y septiembre
  • Origen: Afganistán, China e Irán
  • Nombre científico: Prunus persica
  • Otros nombres conocidos: Melocotón
  • Condiciones edafoclimáticas: Esta fruta se adapta mejor a climas templados y secos y no es tan resistente al frío. Dejado de los 0 grados Centígrados por periodos prolongados puede sufrir de daños a sus flores y morir.

El durazno se caracteriza principalmente por tener una piel aterciopelada, con carne suave y ser dulce, con un ligero toque ácido. Su hueso es rugoso y difícil de remover, ya que en sus estrías se encarna la pulpa.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), esta fruta es rica en antioxidantes, con un buen aporte de vitaminas C, E, A, del complejo B y K, además de minerales como potasio, fósforo, magnesio, hierro y zinc.

Posee alrededor de 9.54 gramos de carbohidratos, 8.39 gramos de azúcares y 1.5 gramos de fibra alimentaria por cada 100 gramos de su peso.

Por estas propiedades es ideal para reducir los niveles de colesterol en la sangre y la presión arterial, es favorable para el tránsito intestinal, evita el estreñimiento y mantiene la piel saludable.

En México es más producido que el chabacano, específicamente en Michoacán es donde más se siembra y cosecha el durazno. Un árbol de esta fruta puede llegar a dar hasta mil 400 frutos y aunque es bastante, no es suficiente la producción nacional para satisfacer la demanda de consumo en el país, por lo que muchas veces se importa de Estados Unidos, Chile y China.

Chabacano

  • Temporada: Mayo
  • Origen: China y Siberia
  • Nombre científico: Prunus armeniaca
  • Otros nombres conocidos: Albaricoque, damasco
  • Condiciones edafoclimáticas: Esta planta se adapta mejor a climas templados, aunque resiste bien el frío del invierno debido a que su floración es temprana.

El chabacano es más pequeño y dulce que el durazno, con una piel lisa y un hueso menos rugoso, por lo que se desprende fácilmente de la pulpa. Su sabor no tiene mucha acidez, pero sí un aroma perfumado.

De acuerdo con la USDA, esta fruta aporta vitaminas C, A, E, del complejo B y K, así como minerales como potasio, hierro, magnesio, fósforo, zinc y calcio, todo en un porcentaje algo mayor que el durazno.

También contiene 11.12 gramos de carbohidratos, 9.24 gramos de azúcares y 2 gramos de fibra alimentaria por cada 100 gramos de su peso.

Esto lo hace un fruto ideal para prevenir y combatir enfermedades como anemia o exceso de sodio, gracias a su fibra promueve la depuración del organismo y estimula el tránsito intestinal. Es bueno para fortalecer el sistema inmunológico, proteger la salud visual y mejorar el aspecto de la piel, entre otros beneficios.

Los mayores productores de chabacano a nivel mundial son Turquía, Irán, Uzbekistán y Argentina, mientras que en México el principal estado productor de esta fruta es Querétaro y otros nueve estados de la República Mexicana, donde se producen más de 979 toneladas al año.

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