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10 datos sobre la dieta mediterránea que debes saber para entender su éxito

La dieta mediterránea es una de las más saludables y recomendada por los expertos, te decimos por qué
jueves, 7 de enero de 2021 · 11:51

La dieta mediterránea se ha difundido por el mundo y ha causado un gran impacto positivo en los últimos años debido a los beneficios que representa para la salud y no solamente en términos estéticos, por lo que diversos expertos la recomiendan. A continuación te compartimos diez aspectos de esta dieta para conocerla más a detalle y entender por qué tiene tanto éxito.

10 datos sobre la dieta mediterránea

1. Previene enfermedades cardiovasculares

Esta dieta comenzó a generar interés en la década de 1960, cuando un grupo de expertos en la salud observaron que había menos muertes por enfermedades cardiovasculares en los países mediterráneos, es decir en Grecia, España, Italia, Marruecos, Líbano, etcétera, que en países de América o el norte de Europa.

Al investigar más a fondo determinaron que era su dieta la responsable de la reducción en los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares, pues los alimentos que se consumen protegen la salud del corazón.

2. Previene enfermedades crónicas

Aunque el origen principal de los estudios hechos a la dieta mediterránea correspondía a las enfermedades cardiovasculares, se determinó que quienes siguen esta alimentación también presentan una disminución en enfermedades crónicas, las cuales son responsables de la mayoría de las muertes en el mundo, pues representan el 63% de los fallecimientos a nivel internacional.

Estas enfermedades son descritas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como aquellas que tienen una larga duración y son regularmente de progresión lenta, como las enfermedades cardiacas, los infartos, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes. Por ello, las Pautas de Alimentación para los Estadounidenses (Dietary Guidelines for Americans) la recomiendan para prevenir estas enfermedades.

3. Es una dieta sostenible

La OMS ha reconocido a la dieta mediterránea como una dieta sostenible. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), se puede definir como dietas sostenibles a aquellas que generan un impacto ambiental reducido y que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional, además de que las generaciones actuales y futuras lleven una vida saludable.

Las dietas sostenibles también protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas, son culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas y asequibles, nutricionalmente adecuadas, inocuas y saludables, optimizan los recursos naturales y humanos.

4. Es una dieta balanceada

Existen diversas opciones de dietas actualmente, aunque no todas son balanceadas, esto quiere decir que no todas buscan una buena proporción entre los diversos grupos alimenticios, los cuales se dividen en siete: la leche y sus derivados, la carne, los huevos y los pescados; los tubérculos, las legumbres y los frutos secos; las verduras y hortalizas; las frutas; el pan, la pasta, los cereales y el azúcar; y finalmente las grasas, aceite y mantequillas.

De esta forma se garantiza el aporte de nutrientes que necesita un organismo humano. En la dieta mediterránea se incluyen vegetales, frutas, granos enteros y grasas saludables, además de porciones moderadas de carne y productos lácteos.

5. Combina aspectos culturales

En la dieta mediterránea también se han adquiridos aspectos culturales, es decir, que existe un enfoque en el que se recomienda compartir la comida con familia y amigos, disfrutarla comiendo con calma, lo que se ha relacionado con una mejor digestión y baja de peso. También se aconseja mantener los hábitos alimenticios con actividad física regular, como lo hacen en la cultura mediterránea.

6. Su base son los alimentos de origen vegetal

La base de esta dieta son los vegetales, las frutas, hortalizas, hierbas, frutos secos, legumbres y granos enteros. En la dieta mediterránea la comida gira en torno a estos productos, mientras que los de origen animal se incluyen de forma moderada. Aunque los alimentos vegetales no proveen de suficiente energía, favorecen la salud porque son bajos en calorías, aportan fibra dietética y micronutrientes esenciales, vitaminas, minerales y antioxidantes que se requieren para el buen funcionamiento del organismo.

7. Se reducen los alimentos cárnicos

En la dieta mediterránea sí se incluyen carnes, aunque la carne roja se consume ocasionalmente, privilegiando las carnes blancas como el pollo. Esta es una fuente de grasas saturadas, pero se mantiene en un porcentaje menor, lo que promueve la salud de las arterias y el corazón, además de disminuir la cantidad de calorías diarias.

En este régimen alimenticio, las proteínas animales representan un 3% de la energía total aportada, lo que en comparación con la dieta occidental y en específico, la norteamericana, se encuentra muy por debajo, pues las proteínas animales superan a las vegetales.

8. Incluye muchos pescados

El pescado es uno de los productos más consumidos en la dieta mediterránea, especialmente los pescados grasos como el atún blanco, el salmón, la caballa, el arenque, las sardinas o la trucha de lago. Estos alimentos son ricos en ácidos grasos Omega, los cuales son un tipo de grasa poliinsaturada que ayuda a disminuir la inflamación, los triglicéridos y el colesterol malo (LDL) de la sangre, lo que promueve la salud cardiovascular y previene accidentes cerebrovasculares o el sobrepeso.

9. Requiere de grasas saludables

Las grasas saludables son uno de los temas más importantes en la dieta mediterránea. La energía aportada por la grasa en esta alimentación se ha reportado entre el 25 y 40% de energía total para una persona, la mayoría obtenida de grasas saludables como las obtenidas del aceite de oliva, los frutos secos, las semillas, las legumbres y los vegetales verdes.

En tanto, la energía obtenida de la grasa saturada no excede al 8% del consumo, esto quiere decir que las grasas saludables monoinsaturadas y poliinsaturadas que son de baja densidad (DLD), significan la mayor contribución en esta dieta.

10. Incluye vino

El vino conforma parte de la cultura y la dieta mediterránea y se acostumbra a beber regularmente y de forma moderada. Esta bebida ha sido es una buena fuente de polifenoles y resveratrol, lo que en su conjunto conforma una sustancia química rica en antioxidantes. Por esta razón, es excelente para reducir el colesterol malo (LDL), perder peso, retardar el envejecimiento, mejorar la digestión, entre otros beneficios.

Sin embargo, el alcohol no es recomendable para todo tipo de personas, por ejemplo, aquellas que sufren enfermedades gástricas, mujeres embarazadas, diabéticos y por supuesto, alcohólicos, entre otros. Por ello, los expertos advierten sobre el consumo del alcohol con frecuencia como un riesgo para la salud.