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¿Qué son las dietas altas en proteínas para bajar de peso? Todo lo que tienes que saber

Comer menos para bajar de peso, conoce cómo pueden encajar las proteínas para lograrlo
lunes, 4 de enero de 2021 · 12:07

“Nuevo año, nuevo yo”, la promesa que muchos nos hacemos para animarnos a seguir un estilo de vida más saludable durante el 2021 y que usualmente contempla bajar de peso. ¿Cómo pueden encajar las proteínas en todo esto? Es bastante común escuchar que aquellas personas que están acostumbradas a esfuerzos grandes en el gimnasio necesitan una alta ingesta de proteínas, pero en realidad, también pueden fungir como dieta en un plan alimenticio que fomenta la saciedad y evita que comamos de más.

Para empezar, es importante entender la relevancia de las proteínas en general, ya que de hecho se encuentran en cada célula del cuerpo. La proteína es un macroalimento, lo cual significa que está clasificado como uno de los tres nutrientes de los que obtenemos la mayor parte de energía metabólica para vivir, junto a las grasas y los carbohidratos; en la química se definen como macromoléculas formadas por líneas de aminoácidos, las cuales se subdividen en no esenciales (alanina, asparagina, aspartato, cisteína, glicina, glutamato, glutamina, prolina, serina y tirosina) y esenciales (isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triftófano, valina e histidina).

Los aminoácidos no esenciales los sintetizamos en nuestro organismo; sin embargo, los esenciales los requerimos obtener de los alimentos en nuestra dieta diaria. Sin la proteína podríamos sufrir una falta de desnutrición proteico-energética, daños graves en la salud que pueden desencadenar en la muerte; pues además de dotarnos de energía, las proteínas nos ayudan a construir y reparar los tejidos.

Dieta hiperproteica 

Ahora, al hablar de la dieta proteica, hiperproteica o dieta de las proteínas, estamos hablando de un aumento del consumo de alimentos ricos en proteínas, de hecho, dentro de este grupo se encuentran dietas bajas en hidratos en las cuales las proteínas se incrementan para cubrir las calorías del día, y también, dietas cetogénicas o dietas keto.

Siguiendo este plan alimenticio que fomenta ingerir más proteínas, ayudamos a disminuir el hambre y aumentar la sensación de saciedad, ya que afecta directamente los niveles de grelina y otras hormonas que se encargan de regular el apetito. Sumado a esto, las proteínas aceleran el metabolismo ayudando a quemar más calorías.

Recomendaciones específcas:

Incluir, por lo menos, un alimento protéico en cada comida es fundamental para seguir esta dieta. Pero es importante recordar que para que rinda mejor efecto tanto en el peso corporal como en la salud, se deben optar por proteínas magras o con grasas buenas, como lo son el pollo, los lácteos y pescados grasos, los frutos secos e incluso la proteína de soja.

Otra de las principales recomendaciones es reducir la ingesta de hidratos de carbono, ¡pero cuidado! Esta indicación requiere de especial cuidado pues podría resultar contraproducente.

Hablemos de los riesgos

De acuerdo con el portal, Mayo Clinic, para la mayoría de las personas sanas, una dieta con alto contenido de proteínas por lo general no es dañina, pero al seguir la dieta rica en proteínas que excluye a los carbohidratos durante un tiempo prolongado, podrían surgir problemas de salud como:

Desencadenar deficiencias nutricionales o a una insuficiencia de fibra, lo que puede causar problemas como mal aliento, dolor de cabeza y estreñimiento.

Debido al aumento de las proteínas de carne roja y los productos lácteos con mucha grasa, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Una gran cantidad de proteínas puede empeorar la función renal en las personas que poseen problemas para para eliminar los deshechos.

Es por esto que, además de consultar a un especialista en salud y nutrición antes de comenzar esta dieta, es importante contemplar dos cosas, la primera es la calidad de los hidratos de carbono con los que complementas tus comidas (y especialmente no dejarlos de lado en tu alimentación), mientras que la segunda es hacer actividad física diaria.