Cómo incluir proteína en la dieta de tus pequeños en este regreso a clases

Las proteínas son una de las fuentes de energía más importantes que tenemos, pero en especial, no deben faltar en la alimentación de los menores de edad, pues las funciones que cumplen en el organismo van desde dar forma y estructura a las células hasta dirigir todos los procesos vitales. Las proteínas están presentes en el sistema circulatorio donde ayudan a producir la sangre, la cual a su vez oxigena los músculos.

Además están presentes en el sistema nervioso y en el neurológico, por lo que cumplen funciones esenciales en el desarrollo del cerebro, alimentan las articulaciones, los huesos y proveen de energía al cuerpo; esto es en parte a su función estructural, encargada de constituir precisamente las estructuras celulares, como dar elasticidad a los órganos y tejidos, tales como el conjuntivo y la piel.

Por otra parte, se componen de aminoácidos, encargados del crecimiento, la descomposición de los alimentos y la reparación de los tejidos. Estas son sólo algunas de las funciones que cumplen en el desarrollo, reparación y formación de nuestros órganos vitales, algunos aminoácidos los produce nuestro cuerpo, pero muchos sólo los conseguimos del alimento, en especial, de los productos animales, pero también de los vegetales.

Cómo incluir proteína en la dieta infantil

De acuerdo con los especialistas en la salud, los niños deben consumir alrededor de 1 gramo de proteína por cada kilo de peso, de tal forma que un bebé de 0 a 5 meses debería consumir alrededor de 13 gramos, un bebé de 5 meses y hasta 1 año de edad debe consumir 14 gramos, de 1 a 3 años, 16 gramos y de 4 a 6 años, aproximadamente 24 gramos. En los bebés, la leche materna les provee de los nutrimentos que necesitan, pero una vez que comienzan a comer otros alimentos ¿cómo se puede incluir la proteína en su dieta?

La principal fuente de proteína es la carne de pollo, de pavo o de res, pero también se encuentra muy presente en pescados como el salmón, el bacalao y el atún; por supuesto, hay proteínas en los derivados animales como el huevo, la leche, el queso y el yogurt. Entre los vegetales podemos nombrar las algas y las espinacas, pero se encuentran en mayor medida en los cereales como la soya, la avena, el centeno, las lentejas y los frutos secos.

Una forma muy buena de incluir estas proteínas es en cremas o purés, por ejemplo de pollo o pescado con verduras; en un arroz con lentejas, en milanesas de res empanizadas con pedacitos de queso, acompañadas con una ensalada fresca de espinacas, jitomate y frutos secos; en el desayuno por ejemplo con huevos revueltos, un vaso de leche con chocolate o en colaciones como barritas de cereales o incluir un yogurt con granola por ejemplo.

También puedes incluir un lunch saludable y darles postres o botanas atractivos para sustituir la comida chatarra. Una forma muy buena de incluir alimentos nutritivos en la dieta diaria de los pequeños es presentar la comida de forma divertida, así si haces un sándwich, puedes ayudarte de los moldes para galletas y cortar el sándwich en estrellas o soles, por ejemplo, así será más divertido para ellos.