Tomar agua en ayunas: Beneficios y mitos de beber un vaso en la mañana

Tomar un vaso con agua caliente o tibia en ayunas es una de las recomendaciones que se han pasado de boca en boca al paso del tiempo. Algunos afirman que mejora el sistema inmune y otros que es bueno para adelgazar. Aquí te decimos todo sobre esta práctica, sus beneficios, mitos y realidades.

Beber un vaso con agua calientita por las mañanas, antes del primer alimento, es una práctica de la medicina tradicional china que tenía la finalidad de estabilizar el cuerpo, desintoxicar y mejorar la digestión.

Esta práctica trae consigo grandes beneficios a la salud; conoce por qué es bueno tomar agua en ayunas, así como algunos mitos que acompañan a este hábito:

Beneficios y realidades:

- Es hidratante: Se ha comprobado que beber agua tibia o caliente, hidrata más que la fría. Esto se debe a que el cuerpo tarda mucho más tiempo en absorberla a temperaturas bajas.

- Tomar agua en ayunas ayuda mejorar el aspecto de la piel y aumenta su elasticidad.

- Balancea el sistema nervioso pues depura el estómago y lo ayuda a absorber mejor los nutrientes.

- Combate el estreñimiento: Beber agua tibia antes del primer alimento ayuda a que el intestino genere espasmos y estimule el tránsito intestinal.

Mitos:

- Ayuda a perder peso: Beber agua tibia por las mañanas no ayuda a bajar de peso como tal; sin embargo, al tomarla se genera una sensación de saciedad por lo que podría ayudar a consumir menos calorías durante el día.

- Alivia los cólicos menstruales: Cada cuerpo es diferente y a cada mujer le funcionan remedios distintos. Algunas recomiendan esta práctica para calmar este tipo de dolores y relajar el cuerpo, por lo que no está de más intentarlo.

- Fortalece el sistema inmune: No existe ningún estudio que compruebe una relación directa entre beber agua caliente en ayudas y el fortalecimiento de las defensas. Lo que sí sabemos es que el agua es vital para nuestro cuerpo y mantenernos hidratados.

¡Cuida la temperatura del agua!

Si vas a probar esta práctica, debes procurar que el agua no esté muy caliente, sino tibia, pues ingerirla en altas temperaturas podría provocar una abrasión en el esófago. Expertos recomiendan calentarla a una temperatura máxima de 37º.

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