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Receta para hacer harina de garbanzo y en qué preparaciones puedes usarla

La harina de garbanzo es libre de gluten, por lo que además representa una opción excelente para los celíacos
martes, 22 de febrero de 2022 · 19:16

La harina de garbanzos se obtiene, como su mismo nombre lo indica, de la legumbre del garbanzo y no sólo tiene grandes beneficios por sus propiedades nutricionales, sino que se ha convertido en una de las opciones favoritas de los celíacos y veganos, porque además de poder emplearse en preparaciones que requieren de harina, también se puede sustituir como un sustituto del huevo en diversas preparaciones.

Esta harina tiene un ligero sabor a nuez y por si te lo preguntabas, entre sus propiedades destacan el aporte de proteínas y fibra, además de vitaminas del complejo B y minerales como hierro, potasio y magnesio. Su consumo contribuye a reducir los niveles de colesterol en la sangre y combatir diversas enfermedades como la diabetes, la arteriosclerosis, la presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares o la inflamación crónica.

La harina de garbanzo se suele usar en varias recetas de la repostería casera, pero también sirve para un gran número de preparaciones saladas, por ejemplo, para galletas, como sustituto del huevo en rebozados de carne o de verduras e incluso para hacer frittatas. Aprovecha todos los beneficios de la harina de garbanzo y prepárala en casa, te contamos todo lo que necesitas saber para que te quede excelente.

Harina de garbanzo

Ingredientes:

  • 1 taza de garbanzos

Antes de hacer tu harina de garbanzos, asegúrate de que tanto las legumbres como el aparato que vas a utilizar para molerlos, están completamente secos, porque de lo contrario podría apelmazarse y hacerse como una masita.

Escoge un moledor que sea potente, ya que los garbanzos en su estado natural están duros y usar una licuadora o un procesador que no es suficientemente poderosa para moler podría descomponerse.

Sirve los garbanzos en un sartén a fuego medio y dóralos apenas para dejarlos ligeramente tostados (puedes molerlos sin tostar, pero tiene un sabor ligeramente más amargo), luego pásalos al procesador o licuadora y muele por un par de minutos hasta obtener un polvo fino (también puedes intentarlo en el metate o en un molinillo de café).

Cuando consigas un polvo fino, pásalo por un colador o un tamizador a un bowl, de esta manera obtendrás el polvo fino. Los trozos que quedaron más gruesos devuélvelos al procesador y vuelve a moler, y así hasta que obtengas la harina del garbanzo.

Almacena tu harina de garbanzo en un recipiente seco y tapado herméticamente, para que tenga más duración puedes guardarlo en el refrigerador, en la zona menos fría.