Te enseñamos a preparar albóndigas de berenjena para una deliciosa comida

La hora de la comida está cada vez más cerca y si no sabes qué hacer, unas albóndigas pueden ser la opción perfecta. Este delicioso platillo se puede preparar de diferentes maneras, ya sea con carne, con arroz, con lentejas y hasta con amaranto. Por eso, para que no te compliques más pensando qué comer, aquí te compartimos una receta de albóndigas de berenjena que encantará tu paladar. 

Aunque las albóndigas tradicionales están preparadas con carne, huevo y sumergidas en caldillo de jitomate, esta versión te fascinará, pues no sólo es una opción deliciosa, también es una llena de nutrientes, pues la berenjena ayuda con el control de la tensión arterial y favorece los procesos digestivos. 

La berenjena cuenta con una gran variedad de nutrientes, entre los que destacan la vitamina A, B1, B2, C, ácido fólico, potasio, magnesio, hierro y fósforo que ayudan a prevenir la artritis, osteoporosis y enfermedades del corazón, así como a prevenir algunos tipos de cáncer. Sin dudarlo, la berenjena es un rico y saludable alimento que puedes agregar a tus alimentos; sin embargo, es importante que recuerdes que antes de consumir cualquier producto es necesario que consultes a tu médico de confianza.

Albóndigas de berenjena 

Ingredientes 

• 1 berenjena pelada y cortada en cubos pequeños
• 50 gramos de cebolla finamente picada
• 1 diente de ajo finamente picado
• 2 cucharadas de pan molido
• 1 cucharada de aceite de oliva 
• Aceite 
• 1 huevo 
• Sal 
• Pimienta 

Para comenzar, en una sartén a fuego bajo con aceite, coloca la cebolla, ajo, y la berenjena. Deja que se cocine hasta que cambie de color y retira del fuego. Coloca la mezcla en una licuadora y licúa hasta tener una mezcla homogénea. Posteriormente, en un recipiente grande coloca la revoltura y agrega el huevo, pan molido y salpimenta al gusto, vuelve a mezclar para incorporar todos los ingredientes. 

Refrigera la mezcla durante, aproximadamente, treinta minutos para que obtenga firmeza y una vez que transcurra el tiempo, saca del refrigerador y forma unas pequeñas albóndigas con las manos. Fríelas en aceite a temperatura media hasta que estén bien doraditas, luego pásalas a una charola con papel para absorber el exceso de grasa. Finalmente, emplata tu guiso y acompaña con el aderezo de tu preferencia.