Arepas de queso, el platillo sudamericano que puedes hacer en casa de forma fácil

¿Venezolanas o colombianas? es una de las grande preguntas que aún se disputan ambos países sobre las primeras elaboraciones de las famosas arepas, un platillo típico de ambas regiones que ha deleitado a más de uno. Los ingredientes para su elaboración son relativamente sencillos de conseguir, ya que solo se necesita de harina de maíz, agua y sal para lograr formar una masa suave que dará vida a este exquisito platillo. 

De acuerdo a las versiones históricas, esta preparación ya estaba presente desde antes de la llegada de los españoles a América, e incluso se señala que se utilizaban herramientas como piedras para moler para hacer diversas preparaciones con maíz, un alimento base de los indígenas. Aunque Venezuela y Colombia siguen en disputa por conocer su origen, la verdad es que es uno de los platillos más representativos de su legado que vale la pena conocer. 

Si quieres darle una oportunidad en casa para degustar este platillo, te dejamos una receta de arepas de queso que puedes hacer en casa de forma sencillas y que bien puedes compartir con tu familia y amigos cuando lo prefieras. 

Arepas de queso

Ingredientes: 

• 260 gr de harina de maíz precocido
• 400 ml de agua tibia
• 2 tazas de queso mozzarella rallado
• 1 cucharada de sal
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 1/2 taza de queso manchego rallado

Preparación:

1.- En un tazón vierte el agua tibia junto con el harina, sal, queso mozzarella y el aceite de oliva. Mezcla todo muy bien hasta formar una masa suave que no se pega en las manos. 

2.- Con las palmas de las manos forma bolitas del tamaño que prefieras, enseguida aplasta ligeramente para hacer una especie de tortitas. 

3.- En una sartén coloca un chorrito de aceite de oliva y deja calentar por un par de minutos. Coloca las arepas que hiciste con la masa y deja cocinar 3 minutos de cada lado o hasta que se vean ligeramente doradas. Repite hasta terminar con todas las arepas que hiciste. 

4.- Corta las arepas por la mitad y rellena con el queso manchego, después calienta en un comal o una sartén sin aceite, solo para permitir que el queso del interior se derrita de forma adecuada.