Salsa de chicatanas, el acompañamiento perfecto para tus comidas

Nuestro país se caracteriza por su extensa gastronomía en las que no solo destacan las preparaciones con carne, sino también con insectos. Aunque a primera vista se trate de insectos no tan apetecibles, una vez que se preparan de una forma especial son tan deliciosos que se pueden llevar bien hasta como una botana ocasional. Las chicatanas, son el claro ejemplo de estas preparaciones clásicas de la comida oaxaqueña que debes probar al menos una vez en la vida. 

El uso más común de las chicatanas es en salsa, la cual le añade un toque mucho más intenso si se elabora en un molcajete. Esta se puede disfrutar sola con tortillas calientes o totopos, así como para darle ese toque picosito a tus comidas favoritas.También se puede añadir en otras preparaciones como caldos, tamales, dulce y hasta en algunos productos de la repostería, así que no tienes límites para su uso. 

Las chicatanas son hormigas voladoras que se pueden conseguir de forma sencilla durante la época de lluvias, ya que es cuando comienza a salir y se puede recolectar de forma sencilla. Su precio es alto, ya que la recolección es completamente artesanal, es decir, la población oaxaqueña sale a las playas a recolectarla de una en una. En algunos establecimientos se puede conseguir fuera de temporada, pero su precio es aún más elevado. 

Si quieres aprender a preparar una salsa de chicatanas, ya sean en temporada o fuera de ella, aquí te dejamos la receta para que la hagas en casa y sorprendas a tus invitados con un sabor único. 

Salsa de chicatanas

Ingredientes: 

250 gramos de chicatanas

150 gramos de chile de árbol seco

3 dientes de ajo pelados

1 pieza de cebolla

½ kilo de jitomates

Aceite al gusto

Sal al gusto

Preparación: 

En el comal, agrega las chicatanas para que se tuesten un poco. Debes tomar en cuenta que tienes que moverlas de forma constante y a flama baja, ya que se pueden quemar. Retira y reserva. 

En ese mismo comal, añade los chiles, ajos y jitomates. Asa hasta que la piel del jitomate comience a despegarse. Coloca los chiles en agua tibia a remojar por unos 10 minutos. 

En la licuadora, coloca todos los ingredientes a excepción del aceite y la cebolla. Licúa hasta obtener una salsa espesa. Si quieres puedes usar un molcajete para darle un sabor extra a tu preparación, primero coloca los chiles asados y escurrido, muele hasta formar una pasta. Enseguida vierte los ajos y vuelve a moler. Al final añade las chicatanas y muele ligeramente, estas deben quedar un poco en la mezcla para darle un toque crujiente. 

Coloca una sartén con un chorrito de aceite y deja calentar por un par de minutos. Vierte la cebolla y deja freír. Baja el fuego y añade la salsa que hiciste previamente con las chicatanas. Deja cocinar por un par de minutos. Rectifica la sazón y de ser necesario añade un poco más de sal. 

Sirve en tus comidas como acompañamiento o bien disfruta sola con un par de tortillas calientes.