Tiempo de Cuaresma

Storytelling Gastronómico: Los sabores de la Cuaresma que persisten desde la infancia

Qué gratos recuerdos de la infancia llegan a la memoria, que traen consigo los sabores de cada bocado que nos llevamos a la boca. Añoranzas que pueden volver con ayuda de la comida
viernes, 11 de marzo de 2022 · 02:20

Eran otros tiempos, dependiendo de cómo se mire, tan lejanos o cercanos como la nostalgia te deje sentirlos. Los olores en la cocina fluctuaban, según fuera la hora, si del almuerzo, de la merienda o del tentempié. Mi abuela, allí se encontraba, sentada en su silla de anea, con sus manos en comunión con los alimentos que se estaban transformando en manjares.

Era su lugar preferido, entre templo y laboratorio, con la vista puesta en un objetivo: alimentar a los de la casa o a quienes se unieron al festín.

Qué gratos recuerdos, ahora sólo memorias, pero tan vivos como presentes. Cierro los ojos, y penetran, deleitando mi alma, los aromas de los dulces fritos, o el olor del salado bacalao, el rey de muchos de los platillos que agasajan esta festividad de Cuaresma.

Mi abuela ya había quitado todas las tentaciones en forma de carne de nuestra vista. Durante cuarenta y seis días, desde el miércoles de ceniza hasta el domingo de Resurrección tenía lugar el ayuno y la abstinencia de consumir carne. ¿Por qué? Ella siempre nos los explicaba con paciencia: “por los 40 días que Jesús ayunó en el desierto” y para siempre quedó grabada la razón, durante estos días no se puede comer carne.

Llegaba el momento de llenar la alacena de elaboraciones artesanales, la hora de meter las manos en la harina, era el primer gesto. Siento todavía cómo sus manos guiaban las mías sumergiéndolas en la harina; las sensaciones se multiplicaban, cierro los ojos y todavía siento su tacto, su temperatura, el olor de los aromas almendrados, lácteos, una experiencia que marca a quién la prueba.

AROMAS QUE EMBRIAGAN LOS SENTIDOS

La santísima trinidad de los sabores dulces de la Cuaresma: el limón, la canela y el anís, hacían de las suyas, embriagaban todos los sentidos, dejaban claro que son el toque de cualquier postre de la tradición mexicana e hispana, infusionando los bocados e incluso las mentes de todos los presentes.

La abuela, usaba sus manos tan ágilmente que sugería acompañarla en su misión. La harina, el agua y el azafrán se convertían en la mezcla perfecta para hacer el fideo, que también se conocen como “tallarines”, y se elaboran a partir de bolitas de masa que se estiran una a una dándoles forma.

Los sabores de mi infancia ya formaron parte de mí, para siempre. Los sabores, con valores entran. ¿Seríamos los mismos, sin estas experiencias?

Eran otros tiempos, de los que sólo quedan ecos que invitan a revivir ese deseo de compartir sabores de antaño.

AÑORANZAS CULINARIAS

Qué gratos recuerdos, ahora sólo memorias, pero tan vivos como presentes. 

 

DIETA DE VIGILIA

Mi abuela ya había quitado todas las tentaciones en forma de carne de nuestra vista.

 

CUARESMA HOY Y SIEMPRE

Aromas de los dulces fritos, o el olor del bacalao salado, que es el rey de muchos de los platillos que agasajan la festividad de Cuaresma.

 

46 Días, desde el miércoles de ceniza hasta el domingo de Resurrección tiene lugar el ayuno y la abstinencia de consumir carne.

 

¿SABÍAS QUE…?

No se come carne en Cuaresma por los 40 días que Jesús ayunó en el desierto.

 

SANTÍSIMA TRINIDAD DE LOS SABORES

Limón.

Canela.

Anís.

 

MEZCLA PERFECTA PARA HACER LOS FIDEOS

Harina.

Agua.

Azafrán.

LA INTERROGANTE

Los sabores de mi infancia ya formaron parte de mí, para siempre. Los sabores, con valores entran. ¿Seríamos los mismos, sin estas experiencias?