Ruta gastronómica: Camarón de Champotón, su origen y leyenda

San Francisco de Campeche es conocido por ser ciudad “Patrimonio Cultural de la Humanidad”; título que le fue otorgado por la Unesco debido a que en sus demarcaciones tienen encuentro la historia, la cultura y edificaciones ancestrales que transportan a un pasado lleno de magia, revelando en cada rincón un pueblo orgulloso de sus tradiciones.

“Paraíso” es un pequeño poblado de ocupación pesquera, un puerto que asombra con la belleza de sus aguas verdes y cristalinas de muy baja profundidad en las cuales familias enteras han encontrado por generaciones el sustento y la base de su gastronomía creando toda clase de platillos con el famoso “camarón champotonero”.

El camarón de Champotón es único en su especie y exclusivo de esta región; María Pech Canul, quien dedica sus días a la venta de camarón desde los 14 años, muestra una enorme pasión al relatarme el proceso de extracción y pelado de este diminuto ejemplar, el cual demanda un gran conocimiento de la fauna de la región y de las corrientes marinas, así como de “habilidad y maña” para capturarlo debido a que se reproduce cerca de una abundante “yerba” de poca altura y de mucha densidad. En palabras de María: “Cualquiera puede salir a pescar camarón, pero no cualquiera puede regresar habiendo llenado sus redes con él, es todo un triunfo para los novatos traer las arcas llenas del escurridizo y tramposo champotonero”.

Existe una enorme oferta de platillos creada alrededor de este camarón que cabe en la uña del dedo pulgar, el cual atrae a nacionales y extranjeros a probar arroces, empanadas, ceviches, ensaladas, caldos, tamales y variedad de guisos, cada uno con una personalidad y aprovechamiento totalmente distinto. En cada receta, los pobladores deleitan a miles de viajeros que se dan cita en los pequeños restaurantes de la comunidad para ser testigos del sabor que lo ha vuelto famoso.

Entre los pescadores existe una leyenda que habla del origen de este camarón; se dice que cuando los barcos piratas llegaban a saquear los puertos de Campeche, los pobladores mayas solían esconder en las cuevas cerca del mar a las mujeres, niños, sabios y guías espirituales de la comunidad. Aquellos hombres al mando trataban de resguardar todo aquello que pudiera ser atractivo para los ladrones y en sus rezos pedían a los dioses que todo lo valioso fuera invisible ante sus ambiciosos ojos. El camarón gigante que desde esa época ya era la base de su economía y alimentación fue resguardado por medio de un hechizo que los convirtió en seres invisibles para extraños, únicamente reconocible por los lugareños y pescadores más conocedores. Por eso se dice que solo en Champotón existe esta especie, porque los dioses del Mayab escucharon las plegarias de sus guías y religiosos.

Al visitar el estado, no dejes de probar el camarón champotonero el cual sorprende el paladar con un color, sabor y textura que lo hace único.