Aprende a hacer una saludable y rica leche de almendras casera

Actualmente todos queremos cuidar nuestro cuerpo y muchas veces no sabemos ni por dónde empezar, porque todo se centra en cambiar nuestros hábitos alimenticios, que desde luego son los que poco a poco nos van llevando hasta donde estamos hoy, lo queramos o no. Sobre todo, porque todo es un asunto de constancia, disciplina y sobre todo, un estilo de vida. Porque sí, estar saludable es un modo de vivir.

Sin embargo, todo se escucha bello y primoroso, hasta que te toca hacerlo. Lo más difícil es la primera etapa, donde hay que renunciar a las pizzas, los taquitos, los snacks y en muchas ocasiones a algo todavía peor: Los lácteos. Sí, esos que nos hacen la vida más fácil cuando no consumimos carne, porque sabes que el queso siempre estará ahí. También la leche, para rellenar esos espacios vacíos, pero desafortunadamente no siempre la podemos consumir.

¿Cómo olvidar el momento en el que nuestro cuerpo decidió que ya no quería más leche? ¡No se puede! Sobre todo porque seguro se trató de una alergia o nuevos achaques de la edad. Ya sabes, una vez que llegas a la edad de los "A mí nunca me había pasado". Sí, la verdad es que para todos aquellos intolerantes a la lactosa, la leche podría convertirse de su mejor amiga en su peor enemiga. 

¿Qué beneficios tiene la leche de almendras?

Sea por gusto o por salud, es un hecho que existen algunas personas que no pueden beber leche y ante esta situación, siempre existe una alternativa, porque estamos en el siglo de las opciones. Incluso las que creíamos irreales, ahora no lo son y prácticamente todo lo que se te ocurra, tiene una manera diferente de existir y operar, que probablemente no conocías. Uno de esos casos es sin duda el de la leche de almendras. 

La leche de almendra es una bebida elaborada a partir de almendras molidas o pasta que se mezclan con agua. Es consumida tanto pura, como utilizada de ingredientes en recetas de cocina. Aunque tu boomer de confianza la meta en el saco de "esas bebidas nuevas que hay ahora", en realidad no lo es, pues hay registros de que esta aparecía desde hace muuucho tiempo en las recetas de origen medieval, que se empleaba en los platos cuaresmales. 

Este trago se obtiene moliendo las almendras de manera fina y agregando agua, pero para que te salga 100% genial, pues hemos decidido traer para ti una receta que podrás elaborar en tu casa de manera fácil y rápida, para que puedas consumir esta bebida sea sola, para tus postres, sopas o guisados, sin temor a que la lactosa te juegue chueco, sino todo lo contrario, pues será de fácil asimilación y además te regalará nutrientes como vitamina D, calcio y proteínas. Así que ¡toma nota!

Ingredientes

• 100 g 100 gramos de almendras crudas de la variedad marcona.
•  1 L de agua
•  Una pizca de sal.
•  2 Dátiles para endulzar (opcional).

¿Cómo se prepara?

1. Deja las almendras en remojo durante, al menos, seis horas. Lo ideal, es ponerlas a remojar antes de irte a la cama y dejarlas reposar en agua toda la noche.
2. Una vez reposadas, cuela el agua e incorpora las almendras a un procesador de alimentos o vaso de batir. Si las almendras que vas a utilizar tienen piel, puedes pelarlas en este paso, aunque es algo totalmente opcional.
3. Añade el litro de agua, una pizca de sal y, opcionalmente, dos dátiles deshuesados o cualquier otro tipo de endulzante que sea de tu agrado.
4. Bate todos los ingredientes hasta obtener una bebida completamente homogénea.
5. Vierte la leche de almendras en un recipiente pasándola previamente por un colador. Puedes utilizar una bolsa para hacer leche vegetal, una tela limpia o un colador de malla fina.
6. Sirve inmediatamente o transfiere al refrigerador para consumir fría.