Elimina las bacterias de tu escurridor de trastes con este remedio casero

El escurridor de trastes es una pieza fundamental en la limpieza de la cocina. Aunque no siempre le prestamos atención, cuando nos hace falta, es cuando más notamos lo necesario que es, pero una vez que lo tenemos en casa, raramente volteamos a ver su estado. Si esto te ha pasado, seguramente que si vas a checar ahora te encontrarás con algunas desagradables sorpresas, porque la humedad puede hacer de las suyas.

Es muy importante mantener al escurridor de trastes limpio, porque lo regular es pensar que después de lavar los trastes hemos terminado con la limpieza y podemos comer seguros, pero si no cuidamos el entorno donde los dejamos, especialmente cuando están húmedos, podríamos estar fomentando que haya bacterias o microorganismos que los contaminen. El problema con el escurridor es que puede tener agua estancada.

Esto ocurre porque los microorganismos encuentran en el agua un vehículo para desarrollarse. Cuando el líquido se estanca, se forma una red de conducción que tiene una consistencia viscosa, en donde pueden desarrollarse diversas bacterias que pueden ser dañinas para la salud, como la E. Coli y la Salmonella. Así que lavar no es suficiente si tu escurridor está sucio, y aquí te damos un remedio para limpiar el escurridor de trastes.

Remedio para limpiar el escurridor de trastes

Ingredientes:

• 70 mL de agua
• 100 mL de jabón líquido para trastes
• 5 cucharadas de bicarbonato de sodio
• 50 mL de vinagre blanco

Procedimiento:

1. En un bowl sirve el agua, el jabón líquido para trastes y el bicarbonato de sodio, mezcla para incorporar todo.

2. Agrega poco a poco el vinagre blanco, mientras sigues removiendo, hasta mezclar por completo.

3. Sirve esta mezcla en un atomizador, pulveriza en forma de spray sobre tu escurridor para trastes, mete en una bolsa de plástico por 10 minutos, si es posible, deja al sol.

4. Saca tu escurridor de la bolsa, si el líquido se evaporó, pulveriza un poco más y talla con un cepillo pequeño de mango largo, esto te facilitará llegar a todas las esquinas.

5. Luego de tallar bien todo el utensilio con el cepillo, enjuaga con agua fría, sacude y termina de secar con un trapo o servilleta, deja en un lugar ventilado y estará listo para usarse.