Huerto en casa: Cómo cultivar ajo japonés fácilmente y para qué sirve

El ajo es un alimento muy saludable y lleno de nutrientes, pero pocos han escuchado hablar del ajo japonés, el cual tiene una forma mucho más diminuta, como una esferita, con una cáscara algo más oscura y que no se presenta en cabezas, sino en frutos individuales. Este ajo es conocido por su gran cantidad de antioxidantes y propiedades antimicrobianas, antihipertensivas, antirreumáticas, herbicidas y anticancerígenas.

El ajo japonés no se utiliza mucho en la gastronomía, debido a que es mucho más costoso, menos conocido y con una concentración más fuerte de propiedades nutricionales, por lo que es mucho más empleado con fines de salud. Entre otros beneficios es recomendable para diabéticos, hipertensos y pacientes con enfermedades inflamatorias, además de mejorar el aspecto físico.

Gracias a sus características, contribuye a prevenir y evitar problemas como trombosis, artritis, reumatismo, hipertensión, gastritis, sinusitis, hemorroides, úlceras estomacales, enfisema pulmonar y asma, ya que fortalece el sistema inmunológico. También disminuye el colesterol malo, ayuda a bajar de peso, mejora el metabolismo, reduce los dolores musculares y previene el envejecimiento, ¿qué tal?

Cómo cultivar ajo japonés

1. Pela los ajos

Lo primero es conseguir ajo japonés y entre más orgánico, mejor. Pela los que vayas a ocupar, retirando la cáscara con cuidado con tus manos, no uses cuchillo para evitar dañar el ajo.

2. Utiliza semillero

Lo mejor es comenzar el cultivo de este ajo en un semillero, aunque también se puede hacer en maceta, pero de esta forma te asegurarás de mantener mejores condiciones de riego. Llena con sustrato del que regularmente usas, dejando unos 3 centímetros de su capacidad.

3. Coloca los ajos

Haz un orificio de un centímetro aproximadamente, solamente hundiendo la yema de tu dedo, coloca ahí el ajo con la puntita hacia arriba y repite en cada orificio.

4. Cubre con tierra

Agrega otro poco de sustrato para cubrir la totalidad del semillero y simplemente pon suavemente los dedos encima, para que no se compacte tan fuerte. La tierra apenas deberá cubrirlo.

5. Riega

Riega abundantemente con un tipo de aspersor de lluvia, puedes fabricarlo en casa haciendo varios hoyos con un clavo caliente a la tapa de una botella de plástico reciclada, llénala y aprieta para que salga como lluvia.

6. Cuidados

Debes cuidar el clima. La temporada ideal para cultivarlo es de abril a junio, ya que son los meses en los que hace más calor y no hay tantas lluvias, cuida que tenga un clima cálido donde reciba calor constante, aunque no los rayos del sol directos.

Se debe regar regularmente, pero cuidando de que la tierra jamás quede encharcada y que además esté aireada. Por las noches se recomienda que tenga un clima fresco y no es necesario fertilizar tanto la tierra.

Cuidando tu cultivo, verás que germina en un máximo de 7 a 10 días, quizá antes dependiendo del clima.