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Tips para pelar los chiles poblanos después de haberlos asado

Los chiles poblanos se pelan para preparar platillos como los famosos chiles en nogada o las rajas con papas
jueves, 25 de junio de 2020 · 11:47

En la cocina mexicana los chiles poblanos son uno de los ingredientes fundamentales, pues con ellos preparamos los famosos chiles rellenos o unas deliciosas rajas con papas, por ello es indispensable saber limpiar y pelarlos adecuadamente, de una forma sencilla y tomando en cuenta que durante su cocción se vuelven de piel más blanda, por lo que es muy común que al limpiarlos, los rompamos.

Lo interesante es que los chiles poblanos no son los únicos que se pelan, a veces también se ocupan los chiles serranos grandes o los jalapeños que se rellenan por ejemplo de atún como aperitivos. Aunque debemos reconocer que el platillo más reconocido en el mundo son los chiles en nogada, una receta que habría sido creada, según la teoría más popular, por las monjas agustinas del convento de Santa Mónica en Puebla.

De acuerdo con los historiadores, Agustín de Iturbide, comandante del ejército español en México durante la batalla en que se derrotó al país europeo, quiso celebrar el 28 de agosto de 1821 el día de su santo patrono, San Agustín y el éxito de su empresa. Por ello, tras firmar la Independencia de México festejó en el convento de Santa Mónica, donde las monjas habían preparado varios chiles, entre ellos el que nombraron de nogada por el árbol nogal donde nace la nuez de Castilla, uno de los ingredientes del platillo.

Pelar chiles lleva su complejidad y no todos los que se dedican a la cocina lo saben hacer o cometen errores como no dejarlos bien limpios o desgarrarlos, por ello, te compartimos algunos tips que te ayudarán a mejorar tu técnica.

Cómo pelar los chiles

  1. Para pelar los chiles es indispensable limpiarlos. Puedes hacerlos con un trapo limpio humedecido con agua o directamente en el chorro de agua y después secarlos con un pañuelo o servilleta, cuidando que el tronquito también quede bien limpio, ya que ahí se junta mucha tierrita.
  2. La forma tradicional de quemar los chiles es tatemarlos en un comal. Se coloca el comal a fuego alto y se acomodan los chiles, volteándolos cuando la piel comience a ponerse negra, buscando esta textura en todo el chile sin que llegue a carbonizarse, ya que al llegar a ese extremo, la piel se pega al chile y al quitarla se rasga el vegetal.
  3. Otra técnica que se emplea más recientemente es sumergir al chile en una cazuela con aceite y dejar que se dore toda la piel. Esta técnica también es buena, aunque se utiliza mucha grasa. Si quieres emplearla, sólo recuerda usar unas pinzas grandes para sacar tu chile y tapar la cazuela cada que sumergas uno para que no salpique y sólo tienes que dejarlos por 40 segundos en el líquido bien caliente.
  4. Cuando saques los chiles, ya sea del comal o del aceite, mételos en una bolsa de plástico limpia y envuelve ésta en una servilleta de tela o trapo limpio para que "suden".
  5. Después de unos 15 minutos sudando, saca tu chile y comienza a pelarlo. Puedes hacerlos con las manos, si no tienes experiencia es preferible hacerlo con guantes de látex ya que podrían terminarte ardiendo los dedos e incluso a veces uno olvida lo que está haciendo y se lleva las manos a la cara, lo que produce ardor en donde toques.
  6. Si no te gusta usar las manos, puedes optar por frotar los chiles con un trapo o una servilleta ligeramente húmeda desde el tronco hasta abajo.
  7. Para concluir recuerda hacer una abertura en tu chile con un cuchillo y desvenarlo. La forma más fácil es cortar con cuidado el corazón de las semillas y sacándolo con cuidado, después de esto quedan algunas adentro, por lo que puedes retirarla con las manos o bien, con una cuchara.

Recuerda que es importante tener cuidado al manipular el chile tatemado, pues se vuelve muy suave su textura y es fácil que se rasgue o rompa, por lo que también es fundamental cuidar que en el tatemado no se carbonice, sino sólo se queme la piel, lo que hace que se separe del chile.