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VIDEO VIRAL: Pensó que era un cibercafé y terminaron ofreciéndole pozole y refresco
Esta es la historia de una chica que entró a una casa pensando que era un cibercafé, pero se trataba de una casaDesde hace mucho tiempo se ha destacado que las redes sociales pueden ser una puerta a cosas o eventos que muchos de ellos nos resultan inimaginables. Y es que día con día nos han demostrado que justo cuando pensábamos que algunas cosas no eran tan posibles o bien sucedían, pero muchas de esas ocasiones ni siquiera nos atrevíamos a hablar por penas a que alguien se burlará. Sin embargo, hoy en día con las redes, esto ha cambiado radicalmente, porque muchos han perdido la pena a través de las redes sociales y eso es justamente lo pasó, recientemente, en TikTok.
La usuaria de nombre Fathyma Lex nos demostró, justamente, que alguien que pierde la pena, pudo contar lo que a muchos nos ha pasado y es que por error se metió a una casa pensando que una pequeño cibercafé, cuando no era absolutamente nada de esto, pero terminó tomando un refresco y a punto de comer un pozole. La chica relató que cierto día estaba en la búsqueda de imprimir unos documentos para postularse por una beca.
Ella relata que no tenía impresora, por lo que se vio obligada a buscar un cibercafé, para realizar la impresión y tener los documentos. En su travesía, cuenta que recorrió varias calles, pero no habia tenido éxito con ello, hasta que encontró, lo que por fin parecía que estaba esperando con tanta ansias y, confesó, que se metió. Dentro se encontró con un señor, al que saludo amablemente y se sentó en la computadora, la prendió y le pidió un mousse al hombre, quien sin alegar nada, se lo dio.
Uno minutos más tarde aparecieron unos niños, los cuales comenzaron a sacar algunos trastes y, justo unos minutos después, le ofrecieron un refresco, a lo que ella acepto tranquilamente y sin protestar, después de todo, qué podría salir mal de eso. Posteriormente, le ofrecerían un pozole, porque la familia empezaría a comer, ante esto, ella siguió en lo suyo y dejo pasara la acción. Tan solo unos minutos después de haber terminado con todo su papeleo y haber imprimido sus papeles, procedió al pago.
Como era evidente y para sorpresa de la chica, resulta que el señor le dijo que no era nada y que eso no era un cibercafé, pero que la vio tan concentrada en sus cosas, que no se atrevió a decirle nada. Ante eso, ella confesó que se sintió realmente avergonzada por la acción, pensando que este era un lugar para imprimir y fue todo lo contrario. Sin embargo, ella no se iría así nada más, porque no le parecía correcto.
Aunque ahora lo relata con risas, recuerda que no fue nada agradable el asunto, pero que le quedó de experiencia y, también que de esto vinieron cosas buenas, pues al mandar sus papeles, recibió la beca y le regalaron una impresora, la cual ahora es una de sus herramientas y ya no tiene que salir a buscar un lugar para imprimir.