Alimentación

¿Por qué somos adictos a las papas fritas? Estudio revela algunas razones

Una de las razones es por un padecimiento que explica el acto de comer en exceso por placer y no por hambre
miércoles, 14 de octubre de 2020 · 19:14

Seguramente te ha pasado que a pesar de sentirte lleno, no puedes dejar de comer papas fritas y es como una adicción que, la verdad, es muy difícil de dejar, de ahí el éxito de los carritos que encuentras en cada esquina vendiendo cualquier variedad de este producto. Resulta que existe una explicación científica para esto.

Durante una edición de la Reunión Nacional y Exposición de la American Chemical Society, el doctor Tobias Hoch presentó los resultados de una investigación que señala las causas que determinan una condición llamada "hiperfagia hedónica", lo cual afecta millones de personas en el mundo. 

Este padecimiento podría ser una de las razones que explica nuestra adicción a ciertos alimentos que no son tan saludables para nuestro cuerpo. De acuerdo con el investigador, la "hiperfagia hedónica" es un término científico para describir el acto de comer en exceso por placer en lugar de por hambre.

“Es una sobrealimentación recreativa que puede ocurrir en casi todas las personas en algún momento de la vida. Y la forma crónica es un factor clave en la epidemia de sobrepeso y obesidad que aquí en los Estados Unidos amenaza con problemas de salud para dos de cada tres personas ”, explicó.

En el caso específico de las papas fritas, el hecho de las personas las coman más por placer que por hambre, se debe al alto contenido de grasas y carbohidratos que tienen, los cuales envían un mensaje agradable al cerebro.

“El efecto de las papas fritas en la actividad cerebral, así como en el comportamiento alimentario, solo puede explicarse parcialmente por su contenido de grasas y carbohidratos”, explicó el docotor Tobias Hoch. 

El investigador realizó pruebas en ratas a las cuales se les ofreció comida para animales en polvo, una mezcla de grasas y carbohidratos y papas fritas. Los roedores comieron cantidades similares de las tres comidas; sin embargo, mostraron un interés mucho más potente por las papas fritas, incluso, se mostraron más activos después de comerlas. 

Al monitorear los cerebros de las ratas se descubrió que los centros de recompensa y adicción en el cerebro registraban la mayor actividad, además, también se estimulaban las áreas de ingesta de alimentos, sueño, actividad y movimiento con las papas fritas.