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7 razones que te convencerán de hacer despensa en los negocios de tu colonia

Mucho se ha hablado desde que comenzó la pandemia de este tipo de economía y por qué es bueno apoyarla
lunes, 12 de octubre de 2020 · 16:16

Cuando hablamos de consumo local de alimentos o economía local, usualmente pensamos en la colaboración de diversas economías cuyos productos comparten una serie de aspectos como la geografía, localidad o región. 

De acuerdo con Greenpeace, el consumo local no es sólo una realidad de las comunidades alejadas de los centros comerciales, pues en algunas de las grandes ciudades ya existe un movimiento que está impulsando la creación de huertos urbanos, los tianguis del trueque, los mercados de productores, las cooperativas, los colectivos, el traslado de productos del campo a las ciudades y la formación en consumo responsable y economía solidaria a través de talleres.

Mucho se ha hablado desde que comenzó la pandemia de este tipo de economía y se ha promovido alrededor de todo el país, pero para muchos la pregunta es ¿por qué es beneficioso este tipo de consumo?

7 razones para consumir local

1. Mejores precios

Para empezar, en los modelos de las grandes corporaciones globales, como lo son algunos supermercados, hay una multitud de intermediarios. Entre los productores y los consumidores hay una separación enorme: quienes procesan el producto, los que lo transportan, y aquellos que especulan con el producto final. 

Esta intervención no es necesariamente algo malo, pero si encarece el costo de los productos, por lo que la demanda de productos y servicios locales repercute en un precio más competitivo y en productos de mejor calidad. 

2. Cuidado de la salud

Ahora, usualmente los productos que pasan por todos esos intermediarios  han sufrido mayores alteraciones, lo cual puede afectar su calidad. Esto se debe también a que los alimentos procesados son la mejor opción para cubrir un amplio mercado de alimentación, y las demandas de cadenas y marcas tan grandes. Y aunque esto es una verdadera necesidad, también puede tener repercusiones en la salud, pues no es una sorpresa que muchos de los ingredientes adicionales que se usan en estos procesos pueden desencadenar reacciones como alergias, efectos secundarios, o bien, contener exceso de elementos como sodio, grasas trans o azúcares.

Además, en algunas ocasiones, muchos de los productos alimenticios de estas cadenas, no han pasado por los debidos controles sanitarios. Asimismo los alimentos de origen exótico pueden estar infestados de pesticidas, y es posible que hayan estado en condiciones que no son las más adecuadas para el consumo humano.

3. La necesidad de un consumo sostenible

En primera instancia, los medios que transportan los productos de lugares lejanos provocan elevadas emisiones de CO2, por lo que los mercados o comercios que recolectan y distribuyen de manera local, son grandes aliados para disminuir el efecto invernadero y su impacto en cambio climático.

Sumado a esto, una alimentación saludable también pasa por hacer un consumo responsable y sostenible de los productos que habitualmente adquirimos, pues esto impulsa la producción de alimentos naturales, libres de procesos químicos e industriales.

4. Apoyo a los pequeños y nuevos negocios

Al adquirir productos locales se ayuda a la creación de pequeñas empresas y puestos de trabajo en nuestra zona geográfica, fomentando así que haya una mayor variedad de empresas, de productos y servicios.

5. Prácticas agropecuarias ecológicas

En las cadenas cortas de comercio se ofrecen productos cultivados y criados mediante prácticas agropecuarias ecológicas. Es decir, los productores locales no requieren recursos a gran escala, por lo que sus actividades tienen un impacto menor en el medio ambiente; muchas veces habitan las zonas donde cultivan o producen, por lo que necesitan protegerlas; a veces la tierra y los recursos naturales con los que trabajan contribuyen también a la reproducción de su vida simbólica: sus creencias, sus símbolos y su espiritualidad; también necesitan conservar los ecosistemas sanos para que puedan regenerarse por sí mismos y así volver a producir.

6. Comercio justo e informado

Las cadenas cortas de agroalimentación también promueven la construcción de relaciones de confianza entre las personas productoras y las consumidoras basadas en la información y comunicación veraz sobre los productos. Además de ser un consumo responsable y sustentable, se trata de un consumo informado y equitativo.

7. Mejores sabores

Efectivamente, los productos alimenticios que son adquiridos por estos medios son mucho mejores en materia de frescura y sabor, ¿por qué? Por un lado, los productos elaborados en una región local o recolectados tradicionalmente tienen menos productos para conservarlos y aditivos. Por ejemplo, en el caso de la leche fresca no contiene ningún conservante ni aditivos, es 100% leche fresca pasteurizada.

También al consumir productos locales automáticamente comemos productos de temporada que son más sanos, frescos y económicos.