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Conoce al KIWI BEBÉ: Características, propiedades y beneficios

Si no conocías al kiwi bebé, te presentamos a este curioso fruto que fue descrito en el siglo XIX
martes, 19 de octubre de 2021 · 13:29

¿Habías escuchado del kiwi bebé? En realidad es una de la forma de nombrarlo, porque también se le conoce como kiwi baby, kiwi enano, kiwiño, kiwi berry, kiwi uva, kiwi cóctel, kiwi resistente, kiwi chiquito, kiwi ártico, kiwi de postre o kiwi del norte, ¡uf! Sin duda, una de las frutas que más títulos recibe, pero que es poco conocida en el mundo, aunque más antigua de lo que se supone.

La primera vez que fue descrito el kiwi bebé (Actinidia arguta), fue en 1843, por Philipp Franz von Siebold y Joseph Gerhard Zuccarini, que en un principio la nombraron Trochostigma argutum, aunque en 1867 fue cambiada al género Actinidia por el botánico Friedrich Anton Wilhelm Miquel. Su origen se sitúa de forma natural desde China al este de Rusia, pasando por Corea y Japón.

Se trata de una planta trepadora que se encuentra a altitudes de 150 y hasta mil 500 metros, aguanta temperaturas de menos 45 grados C o máximas de 37 grados C en el verano, por ello es considerada "resistente". Aunque su fruto es muy parecido al kiwi en su interior, lo mismo que su sabor, pero por fuera tiene una piel lisa, sin "pelitos" y regularmente color verde o morada.

El kiwi bebé

Debido a esta característica, el kiwi bebé se puede comer con su piel, y aunque tiene un sabor ligeramente amargo, la realidad es que mantiene ese dulzor que le hace tan característico, además de recordar en el paladar al kiwi en un tono más sutil.

En tamaño puede llegar a medir de 2 a 3 centímetros de largo y hasta 2.5 centímetros de ancho. Es considerado un berry por esas dimensiones, pero contrario a los frutos del bosque, el kiwi bebé como te decíamos soporta temperaturas también cálidas.

Entre sus propiedades nutricionales, destaca su aporte de vitamina C, la cual está hasta 15 veces más presente en la piel que en la pulpa, de ahí que tenga tantas ventajas comer el fruto completo. También aporta vitaminas K, B8, A y E, betacarotenos, luteína, clorofila, enzima actinidina, antioxidantes, fibra, potasio, calcio, magnesio, cobre, hierro y manganeso.

Los países en donde actualmente se lleva a cabo su cultivo es en América del Sur, Nueva Zelanda, Europa, Canadá y Estados Unidos, aunque poco a poco llama más la atención de otros productores. En la gastronomía se consume más como cualquier fruta, aunque también se utiliza para elaborar mermelada.

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