Cena ligera
Cena fácil y ligera para bajar de peso: Carpaccio de calabacín
Disfruta de una cena fácil de preparar sin necesidad de usar la estufa o el horno, excelente para bajar de peso
El calabacín o zucchini es una de las hortalizas originarias de Mesoamérica favoritas en las dietas de adelgazamiento debido a su bajo aporte calórico, su alto contenido de agua y fibra, y otros beneficios para nuestra salud. Entre ellos destaca su aporte de vitaminas C y A, que se aprovechan mucho mejor cuando se prepara crudo o al vapor y que actúan como poderosos antioxidantes.
Gracias a que el calabacín es una fuente importante de agua y fibra como la pectina, tiene un efecto diurético que ayuda a combatir la acumulación de líquidos en el organismo, favorece el tránsito intestinal y protege la microbiota, mientras que el aporte de antioxidantes como los flavonoides, ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y a bajar de peso más rápido.
El calabacín también aporta minerales como hierro, calcio y fósforo, ayuda a combatir la anemia y fortalece la salud de los huesos. Para aprovecharlo por completo, te compartimos una receta súper sabrosa, muy nutritiva y fácil de hacer para la cena, se trata de un delicioso carpaccio de calabacín, que no necesita de cocción y que obtiene la proteína de un poco de queso rallado, ¡te va a encantar!
Carpaccio de calabacín
Ingredientes:
- 1 calabacín grande
- 60 gramos de queso fresco
- 4 jitomates deshidratados en aceite de oliva
- 1/2 limón
- 1 cucharada de miel de agave
- 2 cucharadas de semillas de girasol
- Hojas de albahaca frescas
- Aceite de oliva virgen
- Pimienta negra molida
- Sal
Lava bien el calabacín y sécalo, con ayuda de una mandolina, de un rallador o con un cuchillo bien afilado corta en láminas finas, distribuye en dos platos extendidos y reserva.
Corta los jitomates deshidratados en mitades a lo largo y luego otra vez a lo largo para obtener unas tiras anchas, distribuye sobre las láminas de calabacín.
Desmorona o ralla el queso fresco (puedes sustituirlo por cualquiera otro de tu gusto, aunque el queso fresco es el que tiene menor cantidad de grasa).
En un tazón aparte sirve la miel de agave, 1 cucharada de aceite de oliva virgen (puede ser de los jitomates deshidratados), el jugo de medio limón y las semillas de girasol, agita hasta integrar.
Verte la emulsión sobre los platos de carpaccio, añade sal y pimienta negra al gusto, agrega unas hojitas de albahaca frescas ¡y a disfrutar!
