Cómo hacer cubos de concentrado de pollo caseros para darle sabor a tus platos

El caldo concentrado puede ser un gran elemento de ayuda en nuestra cocina, ya que puede aportar sabor intenso y delicioso de forma rápida y práctica, sin embargo, este tipo de preparados a menudo contienen muchos elementos y conservadores que quizás quieras evitar, por eso esta vez te diremos cómo realizar una versión casera de los clásicos cubos de caldo concentrado, para que le de sabor a tus preparaciones. 

Para esta receta utilizaremos una mezcla de verduras clásica en la cocina, es decir, cebolla, apio y zanahoria, además integraremos un poco de poro y pimiento, no obstante, puedes agregar las verduras que tengas a la mano e incluso utilizar sobras para no desperdiciarlas. Asimismo debes de tener en cuenta que, dado que los cubos caseros no tendrán la misma clase de conservadores que la versión comercial, deberás que congelarlos para que se mantengan en buen estado. 

Cubos concentrados de caldo

Ingredientes

• 2 tazas de Pollo
• 1 1/2 taza de Cebolla
• 2 dientes de Ajo
• 1 taza de Zanahoria
• 1 taza de Apio
• 1/2 taza de Perejil
• 1/2 taza de Poro
• 1/2 taza de Pimiento rojo
• 1 cucharada de Sal
• 1/2 cucharada de Pimienta
• 1 cucharadita de Pimentón dulce
• 1 cucharadita de Cúrcuma
• 2 cucharadas de Aceite 

Comienza picando finamente la cebolla y el ajo, mientras que el resto de verduras deberán ir en cubos muy pequeños, también tendrás que cortar el pollo en trozos medianos para que sea más fácil cocinarlo. Coloca una olla a fuego medio y agrega un poco de aceite, después se incorpora el ajo y la cebolla, y tras unos minutos integra el pollo, cocina por 5 minutos más y después se añade todas las verduras, después de 10 minutos agrega el perejil junto con la sal, la pimienta, el pimentón dulce y la cúrcuma. 

Deberás cocinar esta mezcla a fuego bajo hasta que los vegetales estén suaves y el pollo bien cocido, cuando llegues a este punto tendrás que llevar todo a la licuadora y procesar hasta formar una pasta densa y uniforme, colócala en un molde previamente forrado con papel para hornear y congela, después de 8 horas corta la pasta en cubos y envuelve cada uno en un trozo de papel encerado, regresa a congelación y usa cada que lo necesites para dar sabor a caldos, sopas y guisados.