FALSO GUACAMOLE con una receta fácil y económica, disfruta esta delicia

Todos amamos el guacamole, una salsa típica mexicana que se elabora básicamente con aguacate y chile, aunque no siempre está en nuestras posibilidades comprar este fruto tan codiciado, especialmente en los últimos años que ha sufrido aumentos constantes en su precio, lo cual no lo hace asequible para todos.

Para esto, llegó el "falso guacamole", una salsa que parece y sabe a guacamole, aunque en su preparación no requiere de aguacate, lo que ha dejado atónitos a más de uno cuando se enteran de esto. Esta salsa es muy acostumbrada en las taquerías, pues se ofrece a los comensales como una deliciosa salsa que en realidad resulta mucho menos costosa para ellos.

Si quieres saber cómo hacer un falso guacamole aquí te decimos una receta que además de ser fácil, es mucho más económica y cuyo resultado te asombrará, pues en verdad no requiere de aguacate en su elaboración. La única diferencia es que su consistencia es más aguada, pero el sabor te encantara y si no tienes aguacate a la mano, es una buena forma de sustituirlo para esta salsa.

Falso guacamole

Ingredientes:

• 120 gramos de calabacín
• 180 gramos de tomate verde
• 1 chile jalapeño
• 1 chile serrano, opcional
• 1/4 de taza de cilantro
• 2 dientes de ajo
• 2 cucharadas de aceite vegetal
• 1/2 cucharadita de sal
• 1 L de agua

Coloca el agua en una olla, agrega el calabacín cortado en trozos y los tomates previamente lavados, deja hasta que hierva y cuenta 5 minutos. Retira del agua y espera a que se enfríen un poco.

Por otra parte, corta los chiles a la mitad, si no te gusta que pique omite el chile serrano. Coloca un sartén a fuego medio bajo con el aceite vegetal, coloca los chiles jalapeño y serrano, deja hasta que se doren, voltea para que se tatemen por ambos lados, retira del fuego y espera a que se enfríe todo.

Corta en trozos más pequeños los tomates, el calabacín, los chiles y agrégalos juntos a la licuadora junto con los ajos pelados, la sal, el cilantro previamente lavado y desinfectado, y el aceite donde doraste los chiles ya frío.

Muele hasta obtener una mezcla homogénea, verás que pronto toma el color del guacamole. Sirve en una salsera o molcajete y disfruta.