recetas de galletas
Disfruta la tarde con una exquisita receta de galletas de mantequilla con almendras
Es una receta fácil y con pocos ingredientes, que te servirá para iluminar esa meriendaCon o sin huracán, la verdad es que cuando nuestro cuerpo siente una brisa lluviosa o un poco de frío, de inmediato nos orilla a pensar en que se nos antoja un chocolatito, una canela o un café y eso ha estado pasando las últimas tardes lluviosas de este verano. Por ello, no nos queda más que adaptarnos y seguir con nuestras vidas, pero eso sí, con nuestras respectivas bebidas.
Afortunadamente existen bebidas y postres en los que nos podemos recargar para poder sobrellevar el clima. Sin embargo, todos los días son distintos, hay algunos en los que se no se nos antoja nada, otros en los que se nos antoja un pastel, otros en los que pensamos en un panqué y el resto sentimos que queremos comer algo fácil y rápido como una galleta. Si nos las imaginamos frías, quizá pierdan cierto encanto, pero cuando salen del horno ¡Qué delicia!
El solo hecho de pensar en ellas quizá nos remite a Navidad o a esas tardes en las que nuestra abuelita o madre nos consentía y de inmediato se nos reiniciaba el mundo, porque uno de los poderes de la comida es que nos une con los que más queremos, porque de repente con un buen aroma se transforma la atmósfera de un sitio y ya es otra mucho más cálida, con más amor y con más alegría.
La repostería es una disciplina de mucha precisión, pero no deja de ser un buen pretexto para convivir con la familia, con la pareja o con quien uno viva, porque todo el proceso nos invita a la convivencia y a alejarnos aunque sea un poco de las pantallas a las que les dedicamos la vida todos los días, desde que se nos condenó al distanciamiento social, debido a la pandemia de Covid-19, que acecha al mundo.
Afortunadamente, si Clara Oswald en Doctor Who pudo sobrevivir preparando soufflé, seguro nosotros podemos hacerlo cocinando algunas galletitas, así que aprovechando la coyuntura, decidimos compartir contigo una receta para que prepares unas deliciosas galletas de mantequilla, pero con almendra, que estamos seguros de que te va a gustar, porque quedan con un sabor formidable, ya lo verás.
Es una receta fácil y con pocos ingredientes, que te servirá para iluminar esa merienda en la que los humores de todo mundo pueden estar en todas partes, pero que al probar una galleta, seguramente todo tiene una nueva percepción, pues definitivamente son un postre que nos alegra la existencia, ya verás. Por eso aquí puedes revisar la preparación paso a paso, para que si tienes quién te ayude, sepas qué decirle. Ahora que si es tu terapia para apartarte del mundo, pues ¡Adelante!
Ingredientes
- 500 gramos de harina
- 300 gramos de azúcar blanca
- 300 gramos de mantequilla sin sal
- 150 gramos de almendra molida
- Un sobre de levadura
- Tres huevos grandes
¿Cómo se prepara?
- En un cuenco amplio ponemos los huevos, el azúcar y la mantequilla un poco derretida, y se bate bien para que se mezclen.
- En otro cuenco mezcla la harina tamizada, la almendra molida y la levadura, muy bien hasta incorporar a lo batido en el primer cuenco.
- Mezcla poco a poco con varillas manuales o automáticas, para que la harina se integre perfectamente y no queden grumos.
- Al acabar amásala un poco con las manos y forma una bola con ella.
- Enciende ahora el horno, prográmalo a 200ºC y activa el horneado superior e inferior, y mientras alcanza esa temperatura, vamos a ir sacando las galletas de la masa que hemos preparado.
- Extiende la masa con un rodillo sobre una superficie, a la que hemos echado previamente harina para evitar que se pegue, hasta conseguir el grosor deseado.
- Es importante dar un grosor correcto para que la masa no quede poco hecha por dentro o se quede demasiado dura. Intenta conseguir más o menos unos 5-6 milímetros de grosor.
- Dale forma a tus galletas con tu molde favorito y colócalas en la bandeja del horno.
- Hornea durante unos 10-12 minutos, comprobando que queden bien doradas antes de retirar.
- Cuando las retires, déjalas enfriar fuera del horno, y colócalas a ser posible sobre una rejilla.