receta de postres
¿No sabes qué hacer de postre? Prepara una jericalla con la receta de la abuela
Esta delicia mexicana se presta para que mientras te lo comes, te pongas a leer tu libro favorito o ver tu serie predilectaIr a Jalisco sin probar una deliciosa jericalla es prácticamente como no ir. De hecho, hay quienes la confunden con el flan, pero aunque no parezca, tienen sus respectivas diferencias. Una de las principales es que a diferencia del flan, esta es un poco más durita que el flan y la créme brulée. Es un postre típico de Guadalajara y se acostumbra consumir justo después de las tortas ahogadas y quien sepa de tradición no nos dejará mentir.
Si creciste en Guadalajara, Jalisco con tu madre y abuela sabrás de lo que hablamos, pues no había casa que se salvara de comer jericalla el día que había de comer tortas ahogadas. Y no sólo eso también sabrás que se le asocia con la iglesia católica, ¿por qué? pues porque al igual que muchos postres, no se sabe con certeza su origen, pero este está ligado a las monjas, de acuerdo con varias versiones sobre el origen de este postre regional. Una de las más populares dice que pudo haber surgido en el siglo XIX.
Se dice que durante este siglo, las monjas preparaban este postre para los niños del Hospicio Cabañas el cual se encontraba en el antiguo barrio San Juan de Dios en el centro de Guadalajara. Llevaba el nombre de la región natal de una de las madres, Jérica, que es un pueblo de la provincia de Castellón (Comunidad Valenciana), en la comarca del Alto Palancia en España. Sin embargo, con el tiempo se popularizó y alguien filtró la receta al mundo civil.
¿De qué está hecha la jericalla?
Está hecho a base de leche, huevos, vainilla, canela y azúcar. A diferencia del flan, a la jericalla se le flamea la superficie sin azúcar para que agarre un tono dorado y su textura es más parecida a la natilla que a la del flan, pero tampoco es tan aguadita que digamos. Pero sin importar su origen o a qué se parece más, lo que es un hecho es que nuestra abuelita nos lo preparaba con mucho amor para que nos supiera completa la comida.
Por eso para honrar la memoria de esa abuelita que ya se fue o que hace mucho tiempo que no vemos, decidimos compartir contigo esta tradicional receta para hacer una jericalla en este día nublado que nos induce a ponernos melancólicos o nostálgicos. La verdad es que este postre se presta para que mientras te lo comes te pongas a leer tu libro favorito, ver tu serie predilecta o simplemente a degustarlo como se merece y con un poco de musiquita de fondo.
También se le conoce como jericaya y aquí entre nos, sí es una mezcla de la receta del flan y la créme brulée. Sí, esa que rompe Ámelie Poulain y que a todos se nos antoja cuando se lleva la cucharada a la boca. Por eso, para que salgas de dudas te invitamos a que la prepares esta tarde, porque como hemos dicho, a diferencia del postre francés, esta es un poco más sólida y además no te llevará tanto tiempo de preparación. ¿Estás lista? ¡Manos a la obra!
Ingredientes
- 2 cucharadas de extracto de vainilla
- 1 litro de leche
- 1 taza de azúcar blanco
- 2 ramas de canela
- 8 huevos
¿Cómo se prepara?
- Precalienta el horno a 180 grados centígrados. Luego calienta una olla antiadherente, con el objetivo de hacer hervir la leche.
- Agrega la canela y el extracto de vainilla a la leche y después agrega la taza de azúcar, revuelve todo y dejar que la mezcla rompa a hervor.
- Cuando hierva la leche, sácala del fuego y déjala reposar al tiempo (o a temperatura ambiente), para que se enfríe un poco.
- Vierte los huevos en un recipiente y los bate. Luego, agrega a esta mezcla unas cuantas cucharadas de leche tibia sin parar de mezclar y una a una. Con unas 7 u 8 cucharadas de leche será suficiente.
- Cuando obtengas una mezcla uniforme, la incorporaremos al resto de la olla con leche, batiendo vigorosamente hasta que todos los ingredientes estén totalmente integrados.
- Reparte la preparación en moldes individuales. En este punto, retira las ramas o rajas de canela.
- Para meter estos moldes al horno, primero prepara un gran recipiente con agua, y entonces pondrás a nadar las pequeñas jericallas en un baño María.
- El recipiente completo irá al horno precalentado. El tiempo de cocción puede variar dependiendo de la potencia de cada horno. En principio, hablamos de alrededor de 45 minutos, pero puede ser un poco más.
- Si quieres dorar la superficie de las jericallas, sube la rejilla del horno hasta el nivel más alto posible y déjalas cocinar ahí alrededor de 10 minutos más, aumentando la temperatura a 200 grados.