Aprende a hacer una deliciosa Pasta choux para tus postres con esta receta

Los franceses son muy conocidos por su exquisito gusto culinario, su fina panadería y repostería impecable, que ha cruzado continentes enteros para llegar hasta nosotros y que podamos probar exquisitos postres y bocadillos con su dulce influencia, porque lo queramos, nos guste o no, hoy varias cosas de las que comemos tienen influencia de muchísimos lugares del mundo y en el caso concreto del pan, hay algunos que todavía no han perdido el toque francés.

Pero no todos los panes y postres surgieron así de la nada o por generación espontánea. Muchos surgieron por partes y bajo distintos contextos y conforme pasó el tiempo, se encontraron con otros postres o recetas y se complementaron para darle origen a recetas magistrales. Y pensar que la pastelería francesa surgió con el pastelero italiano, que servía a la reina consorte de Francia, Catalina de Médici, ¡Ironías de la vida!

Fue en 1540, cuando Popelini, el pastelero italiano creó un postre hecho con varias capas de masa sobre fuego a la que después le agregó huevos y horneó después. Él no lo sabía, pero estaba revolucionando la historia de la repostería, porque después, esta masa llamada pâte à chaud (masa en caliente) iba a ser perfeccionada en siglos posteriores para convertirse en una de las más utilizadas en la pastelería francesa. 

Base de postres

Hoy día, la pasta se caracteriza por tener una masa muy ligera y se suele comer fría y a menudo rellena con otros ingredientes que pueden ser dulces o salados. Los choux (chou, cuando se utiliza en singular) fritos son el fundamento de los beignets franceses. Y la pasta, se elabora con harina de trigo floja y huevos, mantequilla, un poco de sal y especias aromatizadoras como son: la vainilla y a veces canela.

Pero si llegaste hasta este párrafo, quiere decir que ya se te antojó y que buscas saber más. Lo sabemos. Por eso hemos decidido compartir contigo la receta para que puedas prepararla en casa y te conviertas en toda una experta de la repostería francesa. Verás que no es tan complicado como parece y que además te lucirás con esta preparación que podrás usar después para elaborar otros postres como el Paris Brest. ¡Toma nota!

Ingredientes

• 125 ml de agua
• 125 ml de leche
• 95 gr de mantequilla
• 125 gr de harina
• 4 huevos 
• sal
• azúcar

¿Cómo se prepara?

1. Pon a hervir el agua con la leche y la mantequilla. 
2. En un bol, mezcla una pizca de azúcar con una pizca de sal. Luego añade la harina tamizada y mezcla bien.  
3. Añade la harina con el azúcar y la sal a la cazuela con los líquidos. Remueve bien hasta que la masa se haga una bola que se desprenda de las paredes del cazo. Aparta del fuego y remueve un poco.
4. Añade los huevos de uno en uno, batiendo la masa con cada huevo hasta que esté totalmente mezclado. Es importante añadir los huevos justos que acepte la mezcla.
5. La masa debe quedar un poco consistente, que no sea líquida, porque si no, corre el riesgo de no inflarse en el horno. Deja reposar la masa unos minutos.
6. En una placa cubierta con papel de hornear, pon pequeñas porciones de masa con la ayuda de una manga pastelera, separándolas suficientemente unas de otras, ya que duplicarán o triplicarán su tamaño.
7. Hornea la masa con el horno precalentado a 180ºC durante 15-20 minutos aproximadamente. El tiempo puede variar dependiendo de la cantidad de masa que pongamos. Su color será tostado, pero nunca marrón.

Además de profiteroles, ¿Qué más puedes hacer?

Una vez horneada, puedes rellenarla ya sea con crema pastelera, nata, crema de café, chocolate o con lo que tú quieras. Esta es la forma más básica para que puedas ofrecer tus bocadillos que llevan el nombre de petit choux o profiteroles. Son los más básicos que puedes hacer con esta pasta, pero si quieres, puedes usarla para preparar otro tipo de postres franceses como el Paris Brest o las lionesas.