Así puedes hacer leches vegetales de amaranto y soya en casa sin complicaciones

Si amas el cereal, pero te resistes a consumirlo con leche animal, si estás buscando opciones de origen vegetal por ideología, por salud o por ambas, las leches de amaranto y de soya que puedes preparar en casa a un bajo costo, sino que también son excelentes por su sabor, consistencia y nutrientes.

La leche de amaranto es es una fuente de proteína de alta calidad, además de contener vitaminas A, B1, B2, B3, C, ácido fólico, calcio, hierro y fósforo, así como ácidos grasos Omega 3, 6 y 9, una buena cantidad de fibra dietética y energía, por lo que la semilla ha sido considerada como un superalimento.

Por su parte, la leche de soya ayuda al crecimiento y desarrollo, refuerza el sistema inmune, regula la presión arterial, mejora la digestión, reduce el colesterol malo (LDL), además de que también es ideal para los intolerantes a la lactosa y para los diabéticos. Prepara fácilmente en casa estas leches vegetales y disfruta sin culpas.

Leche de amaranto

Ingredientes:

• 100 gramos de semillas de amaranto
• 700 mL de agua
• 1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Lo primero es que laves las semillas de amaranto con aproximadamente un vaso de agua vertiendo poco a poco el agua sobre el amaranto colocado en una coladera, de esta forma eliminarás los desechos tóxicos que pudiera tener el cereal. Asegúrate de que sean semillas para que la leche tenga buena consistencia.

Ya que se enjuagó, pasa el amaranto a un recipiente limpio y añade ahí 200 mililitros de agua, deja reposar por una hora. Pasado este tiempo verte el amaranto con el líquido en una licuadora y mezcla hasta que esté bien molido.

Una vez que esté bien batido pasa por una coladera a una jarra para retirar los sólidos, también puedes ayudarte de un trapo limpio de cocina para que extraer aún más el líquido. Añade el extracto de vainilla y refrigera, puede estar conservada en una botella cerrada en el refrigerador por 4 días como máximo.

Leche de soya

Ingredientes:

• 1.5 tazas de frijol de soya
• 12 nueces pecanas
• 1 pizca de sal de mar
• 4 dátiles
• Agua

Coloca los frijoles de soya en un tazón y agrega agua para cubrirlos, enjuaga frotando con tus manos por un para de minutos, así ayudarás a desprender las cáscaras, desecha esa agua con cuidado pues las cáscaras flotan, asegúrate de irlas tirando. Repite el proceso un par de veces para enjuagar bien los frijoles.

Coloca la soya ya enjuagada en una olla y agrega agua caliente hasta donde se cubran, deja a fuego medio alto hasta que hierva y espera por 5 minutos. Después retira del fuego y pasa únicamente los frijoles de soya a la licuadora con aproximadamente 2 litros de agua, bate por 30 segundos.

Una vez que esté molido pasa por una coladera a una olla a fuego medio alto. El bagazo de la soya puedes emplearlo para hacer queso o alguna otra receta vegana. Deja la leche de soya hasta que hierva, cuidando que no se tire, cuando llegue a este punto baja la flama, retira la espuma de arriba y deja por 30 minutos a fuego bajo.

Remueve de vez en cuando para que no se pegue la leche. Una vez que pasó ese tiempo separa aproximadamente 1/4 de taza de leche de soya y pásala a la licuadora con 250 mililitros de agua filtrada, los dátiles, las nueces y la sal de mar, bate por un par de minutos y regresa a la olla pasando por una coladera.

Deja que se enfríe y después vuelve a pasar por una tela de punto fino, un trapo de cocina muy limpio, aprieta para extraer la leche y retirar el sedimento que ha quedado. Deja que se enfríe por completo antes de refrigerar, puedes tenerla tapada por un máximo de 4 días.