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¿Cuál es la diferencia entre marinar y macerar? Aprende lo que significa cada una
Quizá hayas escuchado estos términos como un sinónimo, pero hay pequeñas diferencias entre marinar y macerar que son importantes
En algún punto de la cocinada, nos hemos topado con las palabras marinar y macerar, y aunque muchas veces se usan como un sinónimo, en cuestiones técnicas tienen algunas diferencias que vale la pena aclarar, especialmente si estamos interesados en conocer más de cocina y poner en práctica el correcto uso de cada una. Por eso, hoy te contamos acerca de las diferencias entre marinar y cocinar.
De acuerdo con Larousse Cocina, el término macerar significa "remojar, durante un tiempo determinado, alimentos crudos, secos o confitados, hierbas o especias, en un líquido (aguardiente, licor, aceite, mezcla agridulce, jarabe, vino, vinagre) para conservarlos o para que se impregnen de su perfume", mientras que marinar se refiere a "poner en un líquido aromático un ingrediente durante un tiempo determinado, para que esté más tierno y se aromatice".
La definición es bastante similar, y es que la misma fuente asegura que la práctica culinaria de marinar se usa como un sinónimo de "macerar y adobar", con el fin de conservar "más tiempo las piezas de carne", pero en realidad no sólo funciona como un conservador e incluso hay una pequeña diferencia en la técnica, que además influye en el resultado de usar cada una de la forma correcta. Aquí te despejamos esa duda, pues si bien se hace hincapié, no queda tan clara.
¿Cuál es la diferencia entre marinar y macerar?
Marinar
Efectivamente, marinar es un proceso de aromatizar o conservar un alimento con medios líquidos, especias y hierbas. Originalmente, el objetivo de hacer esto en la antigüedad era conservar los alimentos, aunque actualmente se busca ablandar, aromatizar y potenciar los sabores de los alimentos.
En la cocina, esta técnica se aplica principalmente en carnes, pescados y verduras, y como regla no deben estar en el marinado por más de 24 horas.
Para marinar un alimento se usan medios líquidos como el jugo de limón en el ceviche, el vinagre en los escabeches o el adobo, que consiste en una mezcla de grasas y chiles.
Macerar
Cuando hablamos de macerar también estamos hablando de remojar un alimento en un líquido aromatizado, ya sea en aceites, vinagres, vino o jugo de frutas. En este caso el objetivo también es ablandar, en algunas ocasiones el de adquirir un aroma determinado o incluso cocinar el alimento.
La principal diferencia con el marinado reside en que con esta técnica se extraen los jugos o partes solubles del alimento que se macera, y por ello, aunque se puede usar en pescados, es mucho más aplicada en la repostería, para la preparación de jugos de frutas o mermeladas.
En este caso, hay dos tipos de técnicas para macerar, una es en frío, que consiste en colocar el alimento en agua o alcohol, y el otro es en caliente, cuando un alimento se cuece a una temperatura superior a la ambiental e inferior al punto de ebullición.
