¿Qué sí y qué se puede comer de los camarones? Te lo explicamos todo

Siempre que vamos a cocinar camarones en casa es muy importante limpiarlos antes de usarlos en tus platillos, esto quiere decir retirar cabeza, cascarón y el intestino que corre a lo largo del cuerpo del camarón, no obstante, debes de saber que estos elementos de cierta forma son comestibles, así que si alguna vez te has preguntado qué partes del camarón sí se pueden comer y cuáles no, nosotros te lo explicaremos. 

Todo el camarón es comestible

Además de la carne del cuerpo del camarón que normalmente consumimos, tanto la cabeza como la cáscara y el intestino pueden comerse sin mayor problema, prueba de ello son los cientos de platillos que incluyen polvo de camarón, fondo de camarón o camarones secos enteros y que suelen contener todas las partes de este crustáceo, sin embargo hay algunas consideraciones que tienes que tomar en cuenta para comerlos. 

Cáscara

Cuándo se trata de la cáscara, esta parte resulta muy dura y difícil de masticar en estado crudo, al cocinar los camarones podemos ablandarla un poco pero seguirá siendo bastante dura de comer, no obstante, si se seca puede pulverizarse y ocuparse en distintas recetas o incluso puede usarse para freírse y dar sabor a caldos y fondos. 

Vena

La vena o la tripa negra que corre a lo largo del camarón es una parte que siempre se retira de los camarones debido a que contiene los desechos de estos animales, aunque parezca increíble esta parte puede comerse sin mayor problema y sin que represente un daño a la salud considerable, no obstante, se suele retirar del camarón ya que puede aportar sabores amargos además del estigma de comer desechos animales en el proceso. 

Cabeza

Por último está la cabeza del camarón, muchas veces se utiliza para preparar caldos y fondos e incluso se incluye en las preparaciones debido a que algunas personas prefieren sorber el contenido de la cabeza ya que ahí se encuentra mucho del sabor del camarón, sin embargo, se recomienda no comer esta parte del animal ya que contienen cadmio de forma natural, un elemento que puede traer daños graves a tu organismo.