¿Cómo aprovechar las cáscaras de aguacate? 4 formas de usarlas

El aguacate es un fruto muy nutritivo y buscado por las propiedades que tiene en su pulpa, especialmente por su aporte de ácidos grasos Omega 3 que ayudan a aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL), reducir el colesterol malo (LDL), nutrir a las neuronas, disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, entre otros. Pero tanto el hueso de aguacate, como la cáscara son útiles y tienen beneficios si se saben aprovechar.

Las cáscaras de los alimentos suelen contener una buena concentración de los nutrientes que se encuentran en la pulpa de los alimentos. En el caso de la cáscara del aguacate se encuentra una buena concentración de vitaminas C, E y K, además de potasio y antioxidantes que se pueden utilizar con fines cosméticos, remedios naturales o para los cultivos de tus huertos urbanos y que resultan realmente sencillos de hacer.

A continuación te compartimos cuatro formas en las que puedes aprovechar las cáscaras de aguacate, lo que además de tener beneficios para ti, será de mucha utilidad para disminuir el impacto de desechos, especialmente en las ciudades donde todavía no hay un estricto control de la separación de la basura. Aprovecha todos los beneficios del aguacate en distintas recetas y reduce los desechos de este rico alimento con estos tips.

¿Cómo aprovechar las cáscaras de aguacate?

1. Crema para las estrías

Debido a su contenido de vitamina E y C, ayuda a la piel a recuperar su elasticidad y a mejorar su apariencia. Para hacer esta crema sólo tienes que cortar las cáscaras de aguacate en trozos más pequeños y molerlos en un mortero o licuadora, agrega un poco de miel de abeja, limón y si te sobra pulpa y moler nuevamente hasta obtener una especie de crema.

Unta esta crema en la pie, especialmente donde tengas estrías, al hacerlo da masajes circulares. Deja actuar durante 20 minutos y luego retira con agua tibia a fría, repite dos veces por semana y sé constante para reducir la apariencia de las estrías. Si te sobró, guarda el restante en un recipiente esterilizado y con tapa en el refrigerador.

2. Bálsamo labial

Si tienes los labios resecos y quieres un remedio natural para devolverle la suavidad y humectación a esta zona, puedes usar las cáscaras de aguacate para preparar un bálsamo labial que resulta bastante hidratante y te ayudará a mejorar la apariencia de tus labios por sus antioxidantes y vitaminas E y C.

Para hacerlo sólo necesitas moler en un molcajete o en la licuadora las cáscaras de aguacate, sirve estos residuos en un frasquito esterilizado, añade aceite de coco y crema de karité, revuelve hasta obtener una pomada. Aplica esta combinación en los labios por las noches, notarás una mejoría y adiós pellejitos, especialmente en estas fechas.

3. Té para las molestias estomacales

Algunos han señalado que las cáscaras de aguacate son excelentes en una infusión para combatir los parásitos intestinales, la diarrea y evitar el estreñimiento. Para hacerlo te aconsejamos que uses aguacates orgánicos o al menos, los laves y desinfectes muy bien antes de abrirlos para que la cáscara esté libre de impurezas.

Sirve las cáscaras de un aguacate en una ollita con un litro de agua, deja a fuego alto hasta que hierva, luego espera a que repose unos 10 minutos y sirve pasando por una coladera. Se aconseja tomar esta infusión por 15 días en ayunas para mejorar los síntomas, pero es fundamental que antes consultes con un médico.

4. Para germinar las plantas

Sin duda, la forma más conocida y práctica para usar los desechos orgánicos como las cáscaras de aguacate son como abono y entre éstos, para germinar las plantas. En el caso de las cáscaras de aguacate es ideal para ayudar a crecer las semillas.

En este caso se recomienda partir las cáscaras del aguacate en trocitos, colocar sobre unos las semillas y cubrirlas de tierra, agregar un poco de agua y seguir los cuidados que requiere la planta. Los nutrientes de esta cáscara, especialmente el potasio, ayudarán a las semillas de las plantas. También puedes enterrarlas a unos 3 a 5 centímetros debajo de la superficie de las plantas como abono.