El ajo es uno de los alimentos más utilizados en la cocina. Ya sea como condimento o como ingrediente selecto para la elaboración de tus platillos preferidos, los ajos siempre llevan consigo sabores y olores que lo distinguen.

Además de ser delicioso, es bueno para algunos trastornos metabólicos, afecciones cardiovasculares, así como para controlar la hipertensión y evitar la formación de trombos; sin embargo, parte de estas propiedades pueden irse perdiendo conforme este alimento va  perdiendo su frescura.

Esto es un problema bastante común, pues cuando hacemos las compras solemos llevar cantidades que al ir cortando o cocinando nuestras comidas, van dejando sobras que desatan olores desagradables en la cocina a la larga.

Con los siguientes tips no tendrás que preocuparte por esto y podrás seguir amando este alimento lleno de bondades mientras pasas tiempo en tu cocina.

Tips para mantener los ajos frescos 

En el caso de los ajos enteros, sencillamente puedes meterlos dentro de un frasco de vidrio con tapa, cubriéndolos con aceite vegetal o de oliva. Por otro lado, si estás dispuesto a cortarlos, otra solución similar es picarlos y colocarlos en una hielera agregando aceite en cada uno de los espacios para hielo. 

Existe una opción mucho más fácil que consiste en picarlos y meterlos dentro de un frasco sin necesidad de agregarle algún otro ingrediente.

OJO: Es importante recordar que todas estas vías requieren que guardes el contenedor en el que tengas los ajos dentro de tu refrigerador.

En el caso de las cabezas de ajo, la opción para mantenerlas frescas es bastante diferente, pues éstas necesitan respirar por lo que no es buena idea tenerlas tapadas. Lo que puedes hacer es encontrar un lugar seco y fresco en tu casa donde el ajo no se encuentre expuesto directamente a la luz. Es importante que este lugar no sea estrictamente frío, pues ese ambiente lo único que conseguirá será que las cabezas de ajo broten.